El colectivo de los 37 aprobados
Una de las condiciones que exigen los pilotos para poner fin a la huelga es el que se dé entrada en la compañía aérea a los 34 pilotos que superaron un reciente examen.Para los pilotos, esa condición formó parte del último convenio firmado con Iberia, a cambio de moderar su incremento salarial. La convocatoria de ingreso quedó, de esta forma, pactada entre Ibería y Aviaco, por un lado, y las representaciones en ambas del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), sin intervención alguna por parte de los respectivos comités de empresa, según documentación que obra en poder de EL PAIS.
El examen, dividido en tres fases, exigía superar, de forma eliminatoria, pruebas de conocimientos aeronáuticos, de inglés, deportivas, entrevistas personales, médicas, simulador de vuelo y, finalmente, vuelo real.
Se presentaron a la convocatoría unos 300 aspirantes, en algunos casos comandantes de otras compañías, como Spantax, Transeuropa y TAE.
De los 37 que superaron las pruebas de selección final -tres plazas son para Aviaco-, una buena parte de ellos están ligados familiarmente a pilotos de Iberia. Hevia, Alonso, García de Prado, Saavedra, Solé, Abad, Jardón y dos Roa son sólo algunos de los nombres conocidos de Iberia de los que superaron el examen, tras ser examinados por compañeros de sus respectivos padres, tíos o hermanos. Sólo una mujer de las dos que se presentaron superó las pruebas de calificación.
Quedó fuera una comandante de Spantax con muchas horas de vuelo. Ingresó, en cambio, María Aburto Baselga, casada con el comandante Bustamente, de Aviaco.
Acto de solidaridad
Los 37 pilotos en cuestión han enviado una carta a EL PAIS en la que afirman que su problema "arranca de un acto de solidaridad e imaginación de un sindicato independiente, al que siempre se ha atacado con si se sabe qué intereses, para afrontar y dar solución al problema nacional del paro.
"En efecto", sigue la carta, "los pilotos de líneas aéreas, uno de los colectivos profesionales más productivos de este país, en la negociación de su convenio colectivo para el año 1983, renunciaron a gran parte de la subida salarial que les correspondía con el fin de crear puestos de trabajo que cubriesen las bajas producidas en los últimos cuatro años, en los que la compañía no había realizado contrataciones cuando sí lo había hecho en otros colectivos. Este acto iba a suponer un pequeño, pero importante alivio en una profesión que frente al 20% de media nacional de paro, sufre una tasa de esta enfermedad de más de un 40%".
Los firmantes de la carta se preguntan si han pagado los pilotos para crear puestos de trabajo o para eliminarlos.
Asimismo dicen: "¿Volarían ustedes con un piloto discontinuo en plantilla que lleve seis meses sin pilotar? ¿Volarían ustedes con un piloto que lleva 16 horas seguidas de actividad?".
