Lucrecia Matzar: "Hemos impedido que el Ejército actúe contra otros países de América Central"
Lucrecia Matzar es miembro de la dirección de la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA) el movimiento guerrillero que agrupa a cuantiosos sectores indígenas de Guatemala. De Matzar sólo puede decirse que es mujer y que son bellos sus ojos grandes. Más datos, una simple fotografía, pueden poner en peligro su vida. El régimen militar que gobierna Guatemala con distintos rostros desde 1954 tiene en su haber 100.000 muertes y 35.000 desapariciones. Son cifras de organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos.
"Guatemala", asegura, "es un país rico, con potencialidad petrolera y agrícola, pero el Ejército se ha convertido en clase propietaria del poder, de la riqueza y de las armas. No existen las mediaciones entre el Estado y el aparato del Estado. Son lo mismo. El Estado dicen que son ellos. Los intereses de la mayor parte de los oficiales militares son idénticos a los de los terratenientes, porque hace 30 años que comenzaron a apropiarse de las tierras con las armas en la mano frente al campesinado indígena. No hay precedentes en el mundo de una represión tan sanguinaria y continua como la que sufre nuestro pueblo"."Por ello", agrega, "la única alternativa que nos han dejado es la lucha armada, no puede ser otra. Nosotros desearíamos batallar en otro marco, con libertades y concurrencia de opciones distintas, para poder dar valor a las elecciones, como hacen ustedes, las democracias europeas. Pero en Guatemala las urnas. sólo reciben como mucho el 15% de los votos. El pueblo no cree en las urnas porque el régimen liquida sistemáticamente a todas aquellas personas que preconizan cualquier tipo de reforma económica o política. Ser democristiano en Guatemala significa estar en peligro grave. Ser liberal en el sentido europeo, socialdemócrata, socialista o marxista se paga con la muerte...".
La oposición, unida
La oposición al régimen de Guatemala está agrupada en la URNG, fundada el 7 de febrero de 1982 en el interior del país y compuesta por el Ejército Guerrillero de los Pobres, EGP, encabezado por el comandante Rolando Morán; las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR, al mando del comandante Pablo Monsanto; el Partido Guatemalteco de los Trabajadores, PGT, de Mario Sánchez y Carlos González, y la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas, ORPA, que dirige el comandante guerrillero Jorge Ilom."Hemos impedido que el Ejército guatemalteco actúe contra otros países de Centroamérica. Lo hemos fijado al terreno con nuestras acciones guerrilleras. Hemos neutralizado el Condeca", admite con orgullo. "Para, Guatemala preconizamos un Gobierno revolucionano, popular y democrático. No tenemos de antemano un modelo político a aplicar, ni rechazamos los que ya se aplican en otros sitios. Cuando conquistemos el poder adecuaremos a las peculiaridades de Guatemala el modelo mejor para nuestro pueblo. Nuestros vecinos no deben temer nada de nosotros. Queremos vivir en paz con ellos", afirma Lucrecia.
"Ahora, el 1 de julio quieren hacer un remedo de elecciones. Se trata de legitimar el régimen contrainsurgente del general Mejía mediante una asamblea constituyente. Es una farsa. Es demasiada la sangre que han derramado. Demasiado daño y dolor el que han sembrado. El pueblo huye de ellos. Les odia. Nuestras organizaciones harán elecciones cuando nuestro pueblo eche a los militares corrompidos", concluye.
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