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No hubo acuerdo entre la dirección y los pilotos de Iberia sobre la desconvocatoria de huelga

No hubo acuerdo en la reunión que ayer mantuvieron representantes de los pilotos y la dirección de Iberia sobre la huelga indefinida iniciada el pasado martes, a pesar de que el presidente de Iberia, Carlos Espinosa de los Monteros, se mostrara dispuesto a levantar el expediente de regulación de empleo solicitado para 60 pilotos y anular las sanciones contra 17 comandantes, en caso de llegar al acuerdo colectivo negociado desde finales del año pasado con el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), convocante de los paros. Minutos antes de exponer la posición de la compañía en conferencia de prensa, se iniciaba en otro lugar la primera sesión negociadora entre las partes desde que empezó el conflicto. La reunión terminó sin acuerdo.

El presidente de Iberia dijo que la suspensión de 70 vuelos diarios (ayer 53 nacionales y 17 internacionales) supone una pérdida de ingresos por valor de 80 millones a 100 millones de pesetas, aunque los perjuicios quizá asciendan a 200 o 300 millones y son crecientes, si bien hay que evaluarlos al final y tener en cuenta el efecto negativo para el turismo y para otros colectivos de la empresa.De las cuatro condiciones puestas por el SEPLA para la desconvocatoria de la huelga -además de las citadas, que se abran negociaciones para el convenio colectivo de 1984 y que Iberia cumpla con el ingreso de 34 nuevos pilotos-, la empresa sólo rechaza la cuarta, y parcialmente. Tras negar que el compromiso de ingreso fuera contrapartida a la moderación salarial acordada para 1983, Espinosa de los Monteros dijo que Iberia sólo necesita 34 pilotos más en verano, no en invierno, aunque añadió que desde noviembre se ha ofrecido al SEPLA dicha contra tación temporal y no la ha admitido.

La diferencia entre las posiciones de la empresa y del SEPLA es que, mientras los huelguistas quieren ver cumplidas las cuatro condiciones para desconvocar, Iberia condiciona la retirada del expediente de regulación y de las sanciones a que se alcance un acuerdo en el convenio para 1984 y 1985. "Es inadmisible convocar una huelga para que se retire el expediente", dijo el presidente de la compañía. También reiteró que la actitud de SEPLA "compromete los resultados" del presente ejercicio económico; provoca importantes perjuicios para la empresa, el turismo y otros colectivos de trabajadores; y "es absolutamente insolidaria con el resto de los trabajadores de Iberia", quienes han firmado convenios en los que asumen el sacrificio requerido por la empresa.

Voluntad negociadora

En este sentido, Espinosa explicó que, cuando los otros tres convenios colectivos de la compañía para 1984 y 1985 están ya cerrados (afectan a los 17.600 trabajadores de tierra, 2.300 auxiliares de vuelo y 320 mecánicos de vuelo), las negociaciones con el SEPLA no han prosperado y no por falta de voluntad de la compañía, contra lo que afirma el sindicato de pilotos. Añadió que, desde finales del año pasado, fechas en que se anunció los 24.000 millones de pesetas de pérdidas de explotación, "varios cientos de millones de pesetas" menos que los reflejados en la auditoría de la Intervención General del Estado, se han mantenido 23 reuniones con el sindicato y seis pilotos del SEPLA han estado liberados de su trabajo, "con los mínimos para conservar su licencia de vuelo". Precisó que "no se levantaron actas por petición del propio sindicato".

Según Espinosa, en estos seis meses, "estériles" para las negociaciones que afectan al colectivo de 800 pilotos, dentro del plan de viabilidad presentado por la compañía, los otros tres sectores de la empresa han ofrecido una "aportación suficiente y voluntaria". Como el "SEPLA se niega a asumir ninguna parte de cuota de sacrificios", según la explicación del presidente, el 30 de mayo Iberia decidió utilizar el único arma que le quedaba: presentar expediente de regulación de empleo para que mediara la autoridad laboral, junto a la petición de regulación para 42 pilotos. Insistió en que siempre se ha preferido garantizar el empleo, y recordó que en otras negociaciones fue retirado el expediente al llegar a un acuerdo.

Luego hizo un repaso de los puntos en discusión, resaltando. que los propios pilotos han dicho, que la huelga no es por condiciones económicas (Iberia les ofrece un 3,5% de aumento salarial, frente al 4% firmado por mecánicos y 5,5% de auxiliares) y que las propuestas de homogeneizar condiciones de trabajo (por ejemplo, reducir de cuatro a tres la tripulación de vuelos trasatlánticos y ampliar los límites de horas de vuelo mensuales) son incluso inferiores a los de otras grandes compañías aéreas. Reconoció que "los pilotos de Iberia vuelan más que los europeos, pero también ganan más".

El SEPLA acusé al presidente de Iberia de falsear la realidad y le emplazó a un debate público para aclarar las causas del conflicto. Los paros tuvieron ayer parecida incidencia a los del día anterior. La aplicación de unos estrictos servicios mínimos ha atenuado los efectos de la huelga sobre los usuarios.

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