Un niño de siete años
resultó muerto ayer en la ciudad libanesa de Nabatyeh a consecuencia de los disparos recibidos en su domicilio procedentes de soldados israelíes que patrullaban por la zona. Por otra parte, una joven palestina de 17 años acusada de colaborar con Israel fue ejecutada en un campo de refugiados próximo a Sidón.
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