_
_
_
_

El vicepresidente sirio visita Líbano en un nuevo intento de apaciguar la situación

El vicepresidente sirio, Abdel Halim Jadam, inició ayer una visita oricial de 24 horas de duración a Líbano, en un nuevo intento de apagar la hoguera libanesa -que hasta ahora Siria no ha podido sofocar como tampoco lo consiguieron en su día Israel o Estados Unidos-, respaldado por varios paises europeos.

Nada más llegar, el número dos sirio, encargado de la política exterior de su país, se reunió con Amín Gemayel y su primer ministro, Rachid Karame, y a última hora de la tarde, al finalizar el ayuno islámico del Ramadán, tenía previsto cenar con todo el Gobierno de unión nacional, con la única excepción del líder del movimiento político-militar chiita Amal, Nabih Berri, oficialmente hospitalizado en Beirut oeste a causa de una gripe.Desde que el jefe del Estado libanés abrogó, el 5 de marzo pasado, el tratado líbano-israelí, que consideraba peligroso para su seguridad, el régimen del presidente sirio, Hafez el Asad, retiró su apoyo a las milicias musulmanas antigubernamentales para volcarse en apaciguar el país de los cedros jugando un pa pel mediador entre las diferentes facciones étnicas y religiosas en frentadas desde hace 10 años.

Tras la convocatoria de la se gunda fase de la Conferencia de Reconciliación Nacional Libanesa en marzo en Lausana, Da masco ha obtenido en Líbano al gunos éxitos formales, como la formación de un Gobierno de unión nacional, encabezado por uno de sus hombres de confianza, Karame, y en el que participan todos los jefes de facciones importantes, si se exceptúa a Fady Frem, que capitanea a las Fuerzas Libanesas (milicias cristianas unificadas).

Pero a pesar de haber conse chado una amplia mayoría parlamentaria en la sesión de investidura de la semana pasada, el nuevo Gabinete no logra ponerse de acuerdo sobre las reformas necesarias a emprender y ni siquiera ha conseguido reunirse en Consejo de Ministros durante las dos últimas semanas.

Algunas llamaradas de violencia, como la que el lunes 11 de junio precedió al voto de confianza parlamentario -que costó la vida de 93 personas y provocó heridas a más de 250-, amenazan incluso con dar al traste con un Gabinete. Para desenmarañar este conflicto antes de que los grupos rivales pongan en tela de juicio los escasos progresos arrancados hasta ahora por Siria, Jadam se presentó en Bikfaya, residencia veraniega de. Amín Gemayel, decidido a forzar una consolidación del alto el fuego y acercar los puntos de vista sobre la delicada reforma del Ejército libanés, que para los cristianos debe limitarse a algunos cambios en los mandos, mientras los musulmanes exigen su total reestructuración para que deje de estar al servicio de una comunidad.

El papel mediador del vicepresidente sirio es tanto más dificíl dado que los responsables cristianos lo han acogido con cierta desconfianza porque las tesis sirias sobre esta espinosa cuestión militar se aproximan más a la de los musulmanes drusos y chiitas, como bien lo ha dejado entrever la Prensa de Damasco, que ha multiplicado estos días las advertencias a las Fuerzas Libanesas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_