El PCI supera a los democristianos por primera vez
Las elecciones europeas en Italia, que desde el primer momento se habían presentado como un importante sondeo de política interior, han reservado muchas sorpresas. En primer lugar, la novedad histórica del adelantamiento comunista. El Partido Comunista italiano (PCI) obtuvo el 33,3% de los votos, es decir, un 0,3% más que la Democracia Cristiana (DC).El partido católico ha perdido, por primera vez en 40 años, su primado de agrupación política hegemónica del país para ceder el paso al PCI de Antonio Gramsci, Palmiro Togliatti y Enrico Berlinguer.
Pero lo importante del adelantamiento es que se ha realizado no porque la Democracia Cristiana haya seguido desangrándose, sino porque los comunistas han avanzado con fuerza, recuperando los resultados de 1975.
Esto ha hecho decir ayer a Ciriaco de Mita, secretario general de la DC, que "no es cierto que en este país, como se pensaba, los grandes partidos de masas estaban tocando su ocaso".
De Mita, personalmente, ha obtenido un millón de votos, cifra nunca alcanzada por ningún secretario de partido político. De aquí la consternación del partido socialista, que no ha sacado fruto del llamado efecto Craxi, es decir, del efecto psicológico de la primera presidencia del Gobierno socialista en este país. De ahí la amargura de los otros tres partidos laicos de la coalición gubernamental (socialdemócratas, liberales y republicanos), que no han crecido y hasta han perdido votos en unas elecciones europeas que siempre les habían sido favorables como partidos clásicamente europeístas.
En general, ha sido la coalición gubernamental la más castigada, ya que mientras Craxi había montado la campaña electoral para pedir a los electores que reforzaran su experiencia de Gobierno contra el partido comunista -el cual pedía, al revés, la caída de este Gobierno-, los electores no le han escuchado. En cifras, la coalición gubernamental ha perdido cuatro escaños en Estrasburgo y el 2,6% de los votos en relación con las últimas consultas políticas nacíonales.
Al revés, el partido comunista, en parte por el efecto emocional de la muerte de Enrico Berlinguer y en parte por la nueva política de dura oposición llevada a cabo en los últimos meses contra el Gobierno Craxi, ha ganado tres escaños en el Parlamento Europeo y ha aumentado un 2,4% de los votos nacionales.
