La magia y liturgia del toreo es una eucaristía, según el escritor Antonio Gala

El escritor Antonio Gala disertó a finales de la pasada semana, dentro del ciclo de Introducción a la Tauromaquia organizado por el Ateneo de Madrid, sobre el tema La fiesta popular. Gala se refirió a la magia y liturgia de la fiesta y dijo: "El toreo es una eucaristía con los de nuestro alrededor y con nuestros antecesores. En la fiesta, los toros representan la violencia mística y mágica". Al final de su intervención, el público, que abarrotaba el local, dedicó al escritor una ovación mezclada con gritos de "¡bravo!".

Asimismo fue, junto con el ganadero Victorino Martín el día 11, el único de los oradores del ciclo que vio interrumpida su alocución por los aplausos. Así ocurrió cuando dijo, para referirse a los que se oponen a la fiesta taurina: "Es una oposición como la que tenía el régimen de Franco. Una oposición que dura cuarenta años no es una oposición, es una resignación". Y cuando aludió al Ministerio de Cultura para decir que "no sirve para nada ni es nada".El ciclo dio comienzo el día 11 y se abrió con la presentación del mismo por parte del profesor Andrés Amorós, en la que manifestó: "Los toros son cultura; cuando esto se desconoce es porque se tiene una concepción libresca de la cultura". Se refirió también a la frase de García Lorca: "El toreo es la riqueza poética y vital de España. Creo que, hoy, es la fiesta más culta del mundo". Amorós destacó que "no puede tenerse por bárbara una fiesta por la que se interesaron hombres como Goya, Picasso, Ortega y Gasset, Lorca y Hemingway"`.

También ha participado en el curso Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, que el día 14 se ocupó de la sociología de la fiesta. "Los toros son el acontecimiento que más ha educado, social y políticamente, a una nación", dijo Tierno.

Para el profesor, los toros son un acontecimiento y no un espectáculo. "Acontecimiento", dijo, "que, por una parte, se ha ido refinando estéticamente y, por otra, ha ido acrecentando sus elementos lúdicos". El crítico de arte Santiago Amón se encargó del tema de la plasticidad del toreo. Según Amón, los toros experimentan en el siglo XVIII un maridaje entre el neoclasicismo y el barroco, y llegan, con posterioridad, a ser el reino de lo barroco. "El arte es lo que sobra después de consumada una suerte de la lidia", indicó Amón, "y, como dijo Blake, sólo el derroche es bello".

Rafael Alberti contó algunas anécdotas de su infancia y juventud relacionadas con su afición a la fiesta, y leyó sus poemas taurinos Joselito en su gloria y Chuflillas del Niño de la Palma.

También hubo otras intervenciones destacadas en el transcurso del ciclo. El escritor Federico Jiménez Losantos, sobre el toro como mito hispánico: "El hombre admira en el toro", dijo, "las cualidades que le gustaría poseer"; Isaías Zarazaga, veterinario, que explicó las características que debe poseer el toro: "Casta, poder y pies". Victorino Martín, tras afirmar que "el toro de hoy no es más bravo, sino más tonto", pidió ayuda a la Administración para que se ocupe de mejorar la casta del toro. Ignacio Aguirre defendió la tesis de que el toro actual es más bravo que el de antes, pero menos fiero, "porque, desde Guerrita" dijo, "'el torero ha ido acompasando al toro a su medida". Juan Antonio Arévalo dijo que "no hay que ser enemigo de la fiesta, pero sí de una fiesta falsa". Los matadores de toros Manolo Vázquez, Juan Bienvenida, Domingo Ortega y Rafael Ortega, en breves intervenciones, explicaron, respectivamente, el toreo de capa, las banderillas, el toreo de muleta y la suerte de matar.