El Ministerio de Trabajo prepara nuevas medidas para facilitar la contratación temporal de los jóvenes parados
El Ministerio de Trabajo prepara un nuevo decreto para facilitar la contratación de jóvenes entre 16 y 20 años. La normativa, que rebajará considerablemente las cargas sociales para los empresarios que utilicen este tipo de contratos, será uno de los aspectos a negociar con sindicatos y patronal dentro de la ronda de conversaciones que próximamente se abrirá entre las partes. Más de 1,2 millones de trabajadores, prácticamente la mitad del número total de parados, se verán afectados por las nuevas medidas que prepara el Ministerio de Trabajo
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social prepara nuevas normas sobre contratación temporal dirigidas específicamente a los jóvenes comprendidos entre 16 y 20 años. La normativa vigente, englobada en este aspecto en los denominados contratos en prácticas y para la formación, no parece haber dado los resultados esperados. Es un colectivo que, sin embargo, agrupa a más de 1.200.000 parados, prácticamente la mitad del total de desempleados.El ministro de Trabajo tiene la intención de llevar a las mesas de concertación -que se abrirán las próximas semanas entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal- un proyecto de decreto que flexibilice la contratación temporal para jóvenes.
Aunque, en esencia, su contenido será prácticamente el mismo que tiene hoy la normativa vigente, el proyecto de Trabajo introducirá una serie de alicientes que hagan más atractiva a los empresarios la contratación de jóvenes. En este sentido, y siempre según las distintas alternativas que se vienen manejando en el Ministerio de Trabajo, se ha previsto actuar sobre la cotización a la Seguridad Social, de manera que únicamente se cubran las contingencias de desempleo y accidentes de trabajo, con lo que la cotización real se vería reducida considerablemente.
Contratos de formación
Los tipos de contratación serían los mismos que existen en la actualidad: de prácticas y para la formación. En la primera de las modalidades pueden ser contratados todos aquellas personas, sin límite de edad, hasta los cuatro años después de haber obtenido el título que se requiere: superior, de grado medio y el del Bachillerato Unificado Polivalente (BUP). Su nivel retributivo sería el mínimo de la categoría para la que ha sido contratado, lo que supone una mejora respecto al nivel actual que establece el 80% de la base mínima de su categoría.Los contratos de formación podrán aplicarse a jóvenes comprendidos entre 16 y 20 años con estudios primarios, y el nivel retributivo sería por lo menos el salario mínimo interprofesional. Tanto los contratos de formación como los de prácticas tendrán una duración mínima de 6 meses y máxima de tres años, topes ya establecidos en la normativa sobre contratación temporal que actualmente se encuentra en debate parlamentario.
Sin embargo, este tipo de contratos no contará con las limitaciones impuestas para el resto de los contratos temporales. Al menos en el plan que está estudiando Trabajo, los empresarios podrán acudir libremente a esta modalidad, sin que para ello influya la situación de sus plantillas. Tampoco será obstáculo el que los jóvenes afectados hayan realizado trabajos con anterioridad.
Medios del Ministerio de Trabajo han reconocido, sin embargo, el peligro de que, a partir de la aparición de esta normativa, los empresarios tiendan a utilizar la contratación para jóvenes en detrimento del resto de las modalidades existentes, lo que provocaría un cambio en la edad de los parados. Y, en consecuencia, admiten la posibilidad de actuar paralelamente sobre el resto de los programas de fomento de empleo.
La flexibilidad del mercado de trabajo contenida en las nuevas medidas habrá de ser objeto de negociación entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal.
El nuevo intento de concertación, ya avanzado en las reuniones que dirigentes del PSOE mantuvieron hace unos meses con los representantes de CEOE, UGT y CC 00, tendrá, por parte de Trabajo, su máxima incidencia en este punto.
Ayudas presupuestarias
En contrapartida, los sindicatos se encontrarán con la posibilidad de negociar las ayudas presupuestarias que el Gobierno está dispuesto a conceder a los organizaciones obreras. Y eso a pesar del mal efecto que pueda causar la imagen de cambiar flexibilidad de trabajo por dinero. Las ayudas económicas establecidas paralelamente al Acuerdo Nacional sobre Empleo finalizan en este año.Los sindicatos están interesados en que se reconozca oficialmente el apoyo económico a las centrales. Y por parte del Gobierno no parece haber reticencia alguna a este respecto, si bien prefieren que las ayudas -que aparecerán en los Presupuestos Generales del Estado destinadas a formación y actividades culturales- tengan una cierta correspondencia por parte de las centrales.
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