Jueces en San Sebastián

Aunque es cierto que la fuerte movilidad judicial en Euskadi y, en particular, en San Sebastián, sobre todo en lo que concierne a los titulares de juzgados de instrucción, determina -junto al excesivo volumen de trabajo- retrasos y dilaciones, no comparto la opinión de Ismael Fuente ("Juez en San Sebastián, un oficio efimero", EL PAÍS del domingo día 3), de que la Administración de justicia en esta capital viva una creciente degradación. Me consta, por el contrario, desde mi experiencia de tres años y medio como magistrado-juez decano de Donostia, 'que la situación va mejorando ostensiblemente, gracias al esfurzo combinado de los compañeros -anteriores y actuales- de los juzgados de instrucción, de la Audiencia Provincial, del ministerio fiscal y de los funcionarios, por más que se vean abrumados de trabajo y que sería preciso que se procediera, de una vez, a la creación del proyectado Juzgado de Instrucción de Irún, de una nueva sección en la Audiencia Provincial y a la potenciación personal e infraestructural de la fiscalía. Todo ello permitiría superar definitivamente la grave acumulación de asuntos creada con anterioridad a 1981.Además, por si otra cosa pudiera deducirse del informe en cuestión, deseo puntualizar, pese a compartir absolutamente el muy positivo juicio del periodista sobre la calidad profesional y humana de los actuales titulares de los tres juzgados de instrucción, que, antes de ellos, tanto durante mi estancia en Donostia como en años anteriores, han actuado aquí excelentes profesionales y cualificados demócratas que, como los actuales, han trabajado intensamente y cumplido con rigor y eficacia, no sin graves problemas, su cometido. Pese al riesgo de incurrir, por omisión, en injusticia, no quiero dejar de recordar al inolvidable fiscal Vicente Mora, ya fallecido, ejemplar para mí y para muchos; a Julián Serrano, a Fernández-Oubifia o, entre los más recientres, a Ángel Juanes, Alberto Barreiro, Juan José Reigosa o Cándido Conde-Pumpido, por citar sólo compafieros del orden penal que han permanecido en San Sebastián (el último compañero todavía sigue aquí) más de un año.-

. Magistrado-juez decano de