Integración de niños deficientes

Un grupo de profesores de educación especial queremos replicar a algunas de las opiniones atribuidas a don Ángel Sabín en un artículo aparecido en ese diario el 29 de mayo. El señor director de Servicios de Educación del Ayuntamiento de Madrid decía a propósito de la integración de los niños deficientes en centros ordinarios de educación: "Con todo, lo que a mí me preocupa son las presiones de los profesores que pretenden mantener la educación especial, el aislamiento y la marginación en función de intereses personales, como la mayor comodidad o el deseo de ocupar una determinada plaza desde la cual sea más fácil conseguir el traslado a Madrid".También manifestaba el señor Sabín que en los colegios de educación especial se daban situaciones irregulares: "Estos colegios cuentan con más profesores que aulas, y hasta hace dos años tenían jornada de mañana".

Con respecto a lo anterior, queremos puntualizar:

1. Si la existencia de la educa ción especial supone una margina cion para los niños deficientes, la responsabilidad es de los Gobier nos que la han creado y organizado. Los profesores sólo somos responsables de nuestra actuación profesional, supervisada por la inspección técnica del Ministerio; nunca hemos tenido competencia para crear reales patronatos ni or ganismos ministeriales, como el INEE, ni centros de educación especial.

2. Como todos los funcionarios públicos, hemos ocupado siempre puestos de trabajo legalmente creados por el MEC, a los que he mos accedido por concurso de traslados o concurso público de méritos convocado por la J. de P. educativa del ayuntamiento. (En los últimos años, convocados por la Administración socialista.)

3. Si los horarios de estos centros suponen una irregularidad, esachacable al MEC, que los determina, igual que fija el número de profesores de cada centro

4. Las declaraciones del señor Sabín, además de responder a un tratamiento frívolo, tendencioso y esquemático de un tema tan serio (afirmar que las dificultades de aprendizaje de los deficientes se resolverán en clases extras de ambulatorio, o que estos niños aprendan más entre los normales), suponen un insulto injustificado para los profesores de educación especial. Si emitiéramos juicios de valor con la facilidad con que lo hace el señor Sabín, diríamos que el cambio de su puesto de profesor por el cargo político que ostenta se debe a intereses personales, como la comodidad... Sin embargo, creemos que actúa movido por los más desinteresados y nobles sentimientos. Sólo que sería deseable que dedicara sus ímpetus verbales a temas que dominara mejor.-

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