La educación y el ocio, temas abordados ayer en las jornadas sobre el año 2000
La educación y el ocio fueron los temas abordados ayer en las jornadas sobre El hombre, la sociedad, el mundo: Prospectiva del año 2000, que se desarrollan estos días en Barcelona. "Es necesario educar para hacer un mejor uso del ocio", afirmó Max Beloff, doctor por la Universidad de Oxford y miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido. Para Xavier Adroer, coordinador del seminario y director general de ESADE (Escuela Superior de Administración de Empresas), de lo expuesto en estas jornadas se puede concluir que "dentro de 15 años, en el año 2000, el panorama será probablemente el mismo".Lord Beloff se mostró convencido de que en el año 2000 seguirá produciéndose la misma incógnita sobre si es necesario planificar la educación en aras a las necesidades de la sociedad o planificarla para potenciar las capacidades innatas de los estudiantes, "salvo que el poder fuese tomado por los grupos totalitarios", dijo. Este historiador señaló que la sociedad occidental, que no desea el paro, va hacia un nuevo orden económico en el que existirá mayor tiempo disponible para el ocio. "La Educación deberá asumir la carga no sólo de preparación para el trabajo, sino también para el ocio", dijo Beloff quien, no obstante, no se mostró muy optimista al respecto.
Mayores conocimientos
Beloff, que abogó por un mayor conocimiento de las lenguas, así como de las artes y literatura como educación para el ocio, terminó destacando la importancia de los maestros, que deberían tener una formación permanente.Las distintos estudiosos que se agruparon en torno a la ponencia de Lord Beloff elaboraron una serie de reflexiones acerca de los binomios educación-sociedad y nuevas tecnologías-educación. En su opinión, "las nuevas tecnologías son unos instrumentos que deben utilizarse como medio y no como un fin en sí mismas". Sin despreciar lo que pueda aportar la alta tecnología, hicieron hincapié que en el campo de la educación lo "importante es el contenido".
Aseguraron asimismo que la tecnología no hará desaparecer los valores humanos, las relaciones interpersonales, sino todo lo contrario: "No será un sustituto sino un complemento", afirmaron.
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