Falacia en la contratación de funcionarios

En el caso español, parece que el gobernante estima que la contratación de nuevos funcionarios ha de permitir reducir el paro. Debajo de tal supuesto de partida se esconde una falacia, ya que los que son contratados, cuando son funcionarios, inmediatamente suelen realizar otras tareas que inciden en gran medida en el sector privado.En el mejor de los casos, crean o se vinculan con distintas firmas (por ejemplo, en firmas dedicadas al comercio exterior). Estas oficinas ofertan sus servicios, invitando a los clientes potenciales a que se dirijan a ellas, ya que en su mano está la solución de sus problemas: trámites oficiales ... ; mismo caso en gestorías, ídem en trámites en general. En todos estos supuestos (cuando se dan), los funcionarios se convierten en correa de transmisión entre aquellas entidades privadas y oficinas del Estado.

De modo que siendo la ampliación de puestos de trabajo en servicios estatales (funcionarios) una excelente idea para reducir el paro, posteriormente supone un lastre, por cuanto a la retribución salarial que hay que efectuar al nuevo funcionario (detrayendo recursos del sector privado vía impuestos), el mercado tiende a ser más imperfecto, en detrimento de aquellas firmas que no utilizan estos contactos, llamados generalmente como asesores. Y con esta situación se crea más paro, dándose la siguiente ley: dada la situación moral actual, la contratación de nuevos funcionarios, en vez de reducir el paro, produce más paro-