El Rey afirma en Harvard que los conflictos armados en Latinoamérica deben ser resueltos por los países de la zona

El rey de España, Juan Carlos I, recibió ayer un doctorado honoris causa en Leyes otorgado por la universidad de Harvard, la más antigua y una de las más prestigiosas de Estados Unidos. Ante un auditorio de unas 30.000 personas, congregado en pleno campus, al aire libre, el Rey habló de los valores de la democracia, de la situación en Centroamérica la estructura española de las autonomías y pidió solidaridad en la defensa de los derechos humanos en el acto académico donde fueron graduados 4.614 estudiantes. Señaló también que los conflictos armados en Latinoamérica deben ser resueltos por los países de la zona.

"La universidad de Harvard", dijo el rey Juan Carlos, hablando en inglés, "ha sido desde el siglo XIX una de las instituciones que en el mundo más se han preocupado de la civilización y la cultura hispánicas". El Rey rindió homenaje a Harvard, precisando: "No quiero dejar de expresar la gratitud del pueblo español a la universidad de Harvard -y a muchas otras universidades americanas- por su contribución en los años que siguieron a la guerra civil española al mantenimiento de la continuidad y la integridad de la cultura hispánica. En éste y en otros lugares de este país, profesores y escritores españoles encontraron un refugio muy propio para seguir viviendo y trabajando".Citó, en el caso de Harvard, los nombres del poeta Jorge Guillén y el arquitecto Josep Lluís Sert -este último, decano de la facultad de Arquitectura, en cuya memoria inauguró una placa conmemorativa-, junto al lingüista Amado Alonso y al médico Jordi Folch-Pi, para acabar con una referencia a los actuales profesores españoles en Harvard Juan Marichal y Francisco Márquez Villanueva.

En calidad de representante del pueblo español, el rey Juan Carlos agradeció a la prestigiosa universidad "por lo que este día significa como reconocimiento histórico de la forma ejemplar en que el pueblo español ha restaurado sus instituciones democráticas".

El Rey abordó la situación en Centroamérica y dijo, que "Espafla desea que su vinculación secular y profunda con los pueblos de este continente se traduzca en una solidaridad activa y práctica con ellos en la búsqueda de soluciones a sus problemas". Pidió "solidaridad en la protección, de los derechos humanos, en los esfuerzos para restablecer la democracia y solidaridad en la búsqueda de soluciones pacíficas a los enfrentamientos armados", reconociendo la conveniencia de que los problemas de la región sean resueltos "por los propios países de la zona".

"Quienes en Estados Unidos se preocupan por estos problemas", añadió el Rey en su apartado dedicado a la tensa situación en varias zonas de Latinoamérica, "poseen una gran responsabilidad, precisamente por el inmenso peso que tiene esta gran nación en la marcha de los asuntos de este hemisferio".