El PSOE y la OTAN

Vengo observando últimamente esta sección de Cartas con especial interés; en ella detecto un hecho curioso y sintomático: el silencio, casi total si se exceptúa una tímida y moderada carta, sobre un hecho que yo creía de trascendental importancia para nuestro país: por fin se ha producido el cambio tan anunciado por el PSOE. Claro que no ha sido el cambio de la racionalización y modernización del aparato administrativo del Estado, ni el de la profundización de la democracia, ni el de repartir de una manera más justa las penosas cargas de la crisis económica. El cambio que ha venido (Reagan sabe cómo ha sido) es el de la postura del PSOE ante la OTAN. Ser antiOTAN venía muy bien para ganar las elecciones; ser pro-OTAN viene muy bien para seguir conservando el privilegio de gestionar en España los intereses del gran capital nacional e internacional, triste papel que ha asumido siempre con eficacia y entusiasmo la socialdemocracia.Pero permítame que le plantee una duda: ¿de verdad no han recibido un montón de indignadas cartas sobre este tema? ¿0 es que están ustedes en la onda? La imagen de honestidad que tan bien ha venido vendiendo Felipe González necesita, imagino, de fuertes apoyos propagandísticos cuando la realidad la contradice de manera tan descarada. Nadie ignora que fuimos muchos miles las personas que votamos al PSOE con una única intención: salir de la OTAN, contribuir a frenar esta absurda y suicida carrera de armamentos, ese freno a la libertad y el progreso de los pueblos. Una mayoría tan amplia no tiene precedentes en unas elecciones democráticas en España; por ello mismo tampoco tiene precedentes un oportunismo y un engaño como los presentes. .