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Soares y Botha estudian "con pragmatismo y sin prejuicios" la situación en África austral

Los Gobiernos de Lisboa y Pretoria han reafirmado, "con pragmatismo y al margen de prejuicios ideológicos", su empeño en promover el diálogo en el Africa austral, durante la visita oficial de dos días de Pieter Botha a Portugal, primera etapa de una gira por seis países de Europa occidental.

El carácter ejemplar del pacto de no agresión firmado en marzo, en Nkomati, entre África del Sur y Mozambique; el progreso hacia el diálogo que significa la tregua acordada en Lusaka entre los Gobiernos de Pretoria y Luanda, y los contactos en curso con los guerrilleros marxistas de la Organización Popular del Suroeste de África (SWAPO) para resolver la cuestión de Namibia han sido el tema central de los discursos oficiales de Mario Soares y Pieter Botha.Este último aseguró que el proceso ahora iniciado es "irreversible", y manifestó la esperanza de que en un futuro próximo los pueblos de la region puedan "compartir en paz el pan de la amistad". A su vez, el líder socialista portugués defendió el realismo y el pragmatismo que permite a un Gobierno como el suyo -que condenó reiteradamente el sistema del apartheid y las agresiones militares de la República Surafricana contra sus vecinos- promover "el diálogo franco, el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos" de los países en conflicto para evitar que "los adeptos de la violencia y aquellos que se comportan (en Africa) como nuevos colonizadores puedan hacer prevalecer su polífica de confrontación y totalitarismo".

Botha agradeció a Soares una "comprensión" que atribuye al "contacto y conocimiento íntimo de África", que permitió la creación de "canales de comunicación" importantes para la instauración de un clima de "confianza mutua" entre los pueblos del África austral que quieren la paz.

Botha reafirmó sin embargo en su discurso, y también en la conferencia de prensa final, que la independencia de Namibia, que Soares consideró urgente, sólo será posible cuando estén extirpadas de la región "las influencias extranjeras maléficas y egoístas que se oponen a las aspiraciones auténticas de los pueblos del África austral".

Oficialmente, las relaciones bilaterales entre Lisboa y Pretoria ocuparon la mayor parte de las conversaciones entre los dos jefes de Gobierno -a las que asistieron también el viceprimer ministro portugués, Carlos Mota Pinto, y el ministro surafricano de Exteriores, Roelof Pik Botha- y la reunión de trabajo entre las dos delegaciones, presididas por Pik Botha y el secretario de Estado portugués para la Cooperación.

Los emigrantes portugueses en Suráfrica merecieron referencias especiales en el momento de hablar de las relaciones de "amistad y cooperación" que Lisboa y Pretoria pretenden desarrollar "con pragmatismo y al margen de prejuicios ideológicos", aunque los dos Gobiernos parezcan no tener la misma noción de la importancia numérica de esta comunidad lusa: los gobernantes portugueses hablan insistentemente de la presencia de 600.000 compatriotas en África del Sur, pero Botha declaró a su llegada a Lisboa que traía las salutaciones de algunos millares de portugueses residentes en África del Sur" y que merecen la "mayor estima" de los dirigentes de Pretoria. Antes de salir hacia Zurich, al caer la tarde, Botha fue recibido en audiencia por el presidente Antonio Ramalho Eanes.

Mario Soares aceptó una invitación para visitar oficialmente África del Sur. No fue facilitada otra información sobre el contenido y eventuales resultados de las conversaciones, que no fueron objeto de ningún comunicado conjunto.

Además de Portugal y Suiza, Botha visitará el Reino Unido, la República Federal de Alemania, Bélgica y Austria.

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