Raimon Obiols afirma que Pujol se contradice al ofrecer diálogo y anunciar que aplicará la mayoría absoluta
Los dirigentes de todos los grupos parlamentarios, excepto el de CiU, coincidieron en señalar que el discurso de Jordi Pujol había sido poco más que una exposición de criterios generales en la que echaron en falta concreciones de todo tipo. Raimon Obiols, socialista, consideró negativo el anuncio del candidato de que recurriría a la mayoría absoluta de que dispone CiU si no se alcanzase el consenso entre todos los partidos, ofrecido por el candidato para algunas de las principales leyes de desarrollo institucional de la autonomía catalana
Heribert Barrera, secretario general de Eiquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido que esperaba oír las ofertas de Jordi Pujol en esta sesión para decidir si apoyaba o no su investidura, manifestó tras la sesión que "no ha añadido nada nuevo a lo que ya nos había indicado cuando semanas atrás discutimos su oferta de participación en el Consell".Joan Hortalá, diputado de ERC, dijo, por su parte, que en la sesión de hoy pedirán concreciones a Pujol para decidir entre el voto afirmativo o la abstención.
La oferta de consenso
Raimon Obiols afirmó que "era innecesario que el candidato se refiriera por tres veces a que hará uso de la mayoría parlamentaria de CiU para las leyes sobre las que estaba dispuesto a negociar un acuerdo parlamentario, en el caso de que este acuerdo no se lograra, porque esto desmiente el diálogo que por otra parte se afirma perseguir. Yo creo, por el contrario, que sin un acuerdo muy amplio no se pueden hacer leyes como la electoral o la división territorial de Cataluña". El dirigente del PSC-PSOE calificó de continuista el discurso de Pujol y criticó la ausencia de un calendario legislativo."Me parece muy grave que no haya hecho ninguna mención a la crítica situación de la Prensa en catalán", añadió, "así como la inconcreción con que se ha referido a la formación profesional, que es una de las cuestiones que yo considero cruciales para la modernización del país".
Acerca de la elíptica alusión de Pujol a la querella presentada contra 25 ex directivos de Banca Catalana, entre los que se encuentra el propio candidato a la presidencia de la Generalitat, Obiols dijo: "Soy partidario de que las cosas se hablen. Sin duda, esta cuestión será abordada a lo largo del debate. Me parece incoherente decir, como ha hecho CiU, que un debate parlamentario puede condicionar la actuación de los jueces cuando, por otra parte, se está lanzando a la gente a la calle para incidir sobre la misma".
Eduard Bueno, presidente del Grupo Parlamentario de Coalición Popular, dijo que, en su opinión, el discurso de Jordi Pujol "ha sido el mejor posible dado su estado de ánimo. Ha demostrado una gran entereza, a pesar del mal momento que está pasando, por razones de todos conocidas", refiriéndose sin mencionarla a la querella por el asunto de Banca Catalana. Bueno calificó el discurso como "exposición de buenas intenciones".
El odio entre políticos
Antoni Gutiérrez Díaz, secretario general del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), afirmó que "ha sido un discurso en la línea de lo que ya nos tiene acostumbrados el señor Pujol, consistente en afirmaciones generales y algunos detalles sumamente concretos, sin un hilo conductor". El dirigente comunista dijo que la referencia final de Pujo¡ a la existencia de odio entre los políticos españoles "es una exageración y un cierto recurso retórico". Consideró, en cambio, positivas las referencias a la oferta de concertación social y política y criticó la ambigüedad de la exposición en materia económica.Los diputados de CiU, el partido de Pujol, se manifestaron en términos sumamente elogiosos. La patronal Fomento del Trabajo expresó ayer por la tarde su satisfacción por la defensa de la empresa catalana y de la iniciativa privada efectuada por Pujol en su discurso.
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