La 'cumbre' franco-alemana, preámbulo de las próximas citas para la unidad política de Europa

Esta tarde concluye en Ramboulilet, en las inmediaciones de París, la cumbre franco-alemana que ayer iniciaron el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, y el canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Kohl. Estas conversaciones se inscriben en el marco de las consultas institucionalizadas, cada seis meses, de los dos países. En esta ocasión, además de servir, como de costumbre, para encarar o resolver problemas bilaterales, la cumbre constituye el preámbulo) de las tres grandes citas europeas occidentales que van a desarrollarse a lo largo de¡ mes de junio, y de las que París y Bonn se consideran el motor decisivo.

Los próximos días 7, 8 y 9 de junio, los siete países industrializados más ricos de Occidente celebrarán en Londres la cumbre anual que sirve de observatorio al futuro económico-político de Occidente., El día 12 del mismo mes, en París, la Unión Europea Occidental (UEO), el único organismo europeo competente en materia de defensa, reunirá su Consejo de Ministros en la capital francesa. Y los días 25 y 26 de junio, los diez de la Comunidad Económica Europea (CEE) celebrarán en Fontainebleau, en las cercanías de París, la importantísima reunión que pondrá punto final a la presidencia comunitaria de Francia.El objetivo común de Kohl y Mitterrand con vistas al futuro de la Comunidad es conseguir la unión política de Europa, a la que el presidente francés se sumó el pasado día 24 ante el Parlamento Europeo de Estrasburgo. Ayer, Kohl, en unas declaraciones previas antes de iniciar las conversaciones de Rambouillet, manifestó su total apoyo a dicho discurso: "El presidente Mitterrand puede estar seguro de mi apoyo total si se trata de hacer Europa".

La reunión de la UEO también será importante, en la medida en que los franceses parecen decididos a dar pasos firmes en el sentido de la creación de una fuerza común de defensa. Aún no ha llegado el momento de que los proyectos se conviertan en realidades, pero lo cierto es que en Francia, salvo los comunistas (antieuropeos declarados), todas las variantes políticas se declaran favorables a avanzar en este terreno. Por su lado, Kohl manifiesta su entusiasmo por los resultados de la colaboración con Francia en este sector.

Precisamente el capítulo más importante de la reunión de Rambouillet, en el plano bilateral, se refiere a la casi segura conclusión de un acuerdo de construcción, por parte de ambos países, de un helicóptero de combate llamado de la segunda generación.

La televisión por cable y otros proyectos tecnológicos, así como la posible realización de una vía ferroviaria para el tren de gran velocidad (TVG), el más rápido del mundo (260 kilómetros por hora), entre París y Colonia, también son cuestiones que ocuparán ampliamente a las dos numerosas delegaciones, francesa y alemana.

En cualquier caso, con socialistas o conservadores en el poder, en París o en Bonn, cada día que pasa las dos capitales calibran la importancia que para sus intereses representa el buen funcionamiento del tándem.