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Un capitán de la Guardia Civil, muerto en atentado en Pamplona al estallar una bomba colocada en su coche

Un capitán de la Guardia Civil, Luis Ollo Ochoa, de 54 años, resultó muerto anoche, en Pamplona, al hacer explosión, en el vehículo de su propiedad, una potente bomba. Al parecer, el artefacto pudo haber sido activado a distancia desde un automóvil en el mismo momento en que el oficial de la Guardia Civil procedía a poner en marcha el vehículo, mientras su mujer abría una de las puertas del mismo. La esposa, Blanca Esther Pérez Aramendía, que resultó herida de gravedad, fue intervenida quirúrgicamente a últimas horas de la noche, en la residencia sanitaria Virgen del Camino, de la Seguridad Social, y a las 22.45 abandonó la Unidad de Vigilancia Intensiva, en un estado que fue calificado como de pronóstico reservado.

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El atentado terrorista, que se produce justo un año después del que sucedió en la oficina central de Correos de Pamplona, y en el que resultaron muertos dos guardias civiles, se produjo hacia las 20.15 horas en la avenida de Villava, del barrio de La Chantrea, cuando Luis Ollo accionaba el dispositivo de encendido del automóvil de su propiedad, un Renault 10 de color verde oscuro, matrícula NA-54770. Su mujer, que había abierto la puerta del copiloto, ni siquiera llegó a entrar en el turismo. La bomba, casi con todo seguridad estaba compuesta por una carga de cuatro o cinco kilogramos de Goma 2, y había sido colocada de bajo del asiento del conductor.

Según las primeras versiones del suceso, en el mismo momento en que se produjo la explosión, un automóvil Peugeot de color crema, aparcado en las inmediaciones, con tres personas jóvenes en su interior -dos hombres y una mujer-, abandonó el lugar de los hechos a toda velocidad, en dirección a la avenida de Marcelo Celayeta, donde se perdió su pista. Este vehículo era buscado intensamente anoche por la policía, en los numerosos controles que se instalaron en el centro de Pamplona así como en las carreteras de salida de la ciudad, en la creencia de que sus ocupantes pudieran tener alguna relación con los hechos.

La explosión causó la muerte en el acto al capitán de la Guardia Civil, que fue desplazado hacia el asiento del lado contrario al del conductor, mientras que su mujer fue arrojada, por efecto de la onda expansiva, a varios metros del lugar en que se encontraba el coche. Éste quedó totalmente destrozado e incluso el techo del turismo fue lanzado a una distancia de unos 15 metros. La explosión provocó además fuertes destrozos en los vehículos aparcados en las inmediaciones, así como la rotura de numerosos cristales de viviendas y de varios establecimientos comerciales.

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Los vecinos de las viviendas próximas, muchos de los cuales conocían al matrimonio, dado que éste tiene un piso en el barrio, acudieron inmediatamente al lugar de la explosión. Al percatarse de que la mujer, Blanca Esther Pérez, se encontraba con vida, la trasladaron en un vehículo particular a la residencia Virgen del Camino, de Pamplona, donde fue intervenida quirúrgicamente.

Según fuentes médicas, Blanca Esther Pérez, pese a la gravedad de sus heridas, se encontraba fuera de peligro, aunque anoche se estaba a la espera de los resultados del examen radiológico. La esposa del capitán asesinado abandonó la UVI a las 22.45 horas. Al parecer Blanca Esther Pérez presentaba reventón de uno de los tímpanos y heridas en el cráneo.

Barrio conflictivo

En el coche quedó por espacio de casi una hora, hasta que el juez ordenó su levantamiento, el cuerpo de Luis Ollo Ochoa. Al lugar del suceso, que estuvo acordonado por la Policía Nacional, que impedía el acceso a todas las personas en previsión de que pudieran hallarse más cargas explosivas en el interior del vehículo, acudieron las primeras autoridades provinciales, entre ellas el delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, quien, visiblemente afectado por lo sucedido, declaró a este periódico que "éste es un crimen más de esa banda de asesinos que es la ETA". Roldán manifestó asimismo su pésame a los familiares de la víctima, a la vez que volvió a repetir que era un acto más de la barbarie asesina de ETA.

Asimismo, Roldán manifestó a Europa Press que "el barrio donde murió el capitán de la Guardia Civil es un barrio de Pamplona fundamentalmente de clase trabajadora, donde precisamente en estos últimos días se han producido bastantes incidentes, porque es una parte donde el movimiento abertzale tiene bastante fuerza". "El viernes pasado", añadió el delegado, "se prohibió aquí una manifestación, ayer hubo incidentes en el barrio, y este hombre vivía allí hace tiempo, porque es navarro de nacimiento".

Luis Ollo Ochoa, padre de un chico (alumno de la escuela militar de suboficiales de Talar) y una chica (médica), de 22 y 24 años de edad, respectivamente, se encontraba actualniente destinado en el cuartel de la Guardia Civil de Aoiz, donde mandaba el destacamento existente en esta población, una de las más importantes de Navarra.

Según fuentes de absoluta solvencia, Luis Ollo, natural de Ochagavía, en el Pirineo navarro, había estado destinado anteriormente en el servicio de información de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona cuando ostentaba el grado de teniente. Al parecer, Luis Ollo Ochoa había sido amenazado de muerte en varias ocasiones por la organización terrorista ETA. La capilla ardiente quedó ayer instalada en la delegáción del Gobierno en Navarra, y el entierro se realizará hoy.

El matrimonio residía en los días laborables en la localidad de Aoiz, y los fines de semana los pasaba en su domicilio de Pamplona.

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