El hispanista Gerald Brenan ha sido trasladado a una residencia de ancianos del Reino Unido
El célebre hispanista británico Gerald Brenan, que el día 7 de abril cumplió 90 años en su casa malagueña de Alhaurín el Grande, cuyo ayuntamiento rindió recientemente homenaje público a su persona, fue trasladado a una residencia de ancianos del Reino Unido el pasado día 14 de mayo, sin que sus amigos de la Costa del Sol fuesen avisados de su marcha. Brenan se ha instalado en Greenways, una residencia de la localidad de Pinner, en el condado de Middlesex, al sur de Londres, a donde ha ido acompañado por el marido de su sobrina y heredera, el pintor sueco Lars Pranger.
El anciano escritor, que llegó a Andalucía en 1919 huyendo, según declaró a EL PAIS el pasado mes de noviembre, de la hipocresía de la sociedad victoriana, la sofocante vida y la rutina profesional de la Inglaterra de la época", había manifestado en ocasiones el deseo de no marcharse de su casa en la cañada de las Palomas. A pesar de ello, parece por ahora muy contento de su regreso al Reino Unido, donde ha recibido, en su nueva residencia, la visita de antiguos amigos y personalidades del mundo de las artes y las letras."No hay nada de extraño en la marcha de GeraId", dijo ayer a este diario la sobrina del escritor Lynda Nicholson, una joven traductora y poeta que le ayudó a trabajar en su conocida Biografía de San Juan de la Cruz y que vive con él desde poco después de que enviudara, hace ya 15 años.
"Como no puede ya casi leer ni escribir", continuó la sobrina, "aquí se aburría mucho últimamente y hace tiempo que quería pasar una temporada en el Reino Unido para cambiar de ambiente. Por eso se ha ido en esta época, con objeto de escapar del calor, que cada año le causa más trastornos. Pero no es nada definitivo y volverá en octubre con mi madre". Lo importante ahora es animarle y no agobiarle con problernas". "Nadie quiere crearle problemas a Brenan, eso es absurdo", manifestó, por su parte, el periodista Mark Little, editor adjunto de la revista Lookout, que se publica en inglés con periocidad mensual en Fuengirola. "Lo que pasa es que hay muchos amigos", añadió, "a quienes les habría gustado despedirse de él y que al menos quisieran verle de nuevo en octubre en su casa de Alhaurín. De todas maneras, yo tengo la impresión de que Brenan no quería irse, pero al final aceptó porque odiaba la idea de ser un estorbo. Y lo triste de esto es que después de tantos años pudiera sentirse un estorbo en su propia casa".
La también periodista Mary Kennedy, colaboradora del Herald Tribune, que vive en la localidad vecina de Coin, está convencida de que "era su deseo irse, porque aquí le faltaba gente con quien hablar y allí va a tenerla, y además estará mejor sin niños pequeños a su alrededor".
Nacido en la isla de Malta en 1894, Brenan ha pasado más de la mitad de su vida en Andalucía, donde escribió algunos de sus libros más universales -entre ellos, Al sur de Granada, sobre la vida y costumbres de un pueblo de la comarca de las Alpujarras- y de donde sólo ha salido en contadas ocasiones, aunque nunca por muchos años y casi siempre forzado por determinadas circunstancias y obligaciones.
"Hace tiempo que se venía comentando las dificultades que tenían en la casa para cuidarle, sobre todo desde que Lynda fue madre por segunda vez", nos dijo una antigua conocida de la familia. Las cosas se complicaron a raíz de la caída que Gerald sufrió hace dos años y que le obligó a estar muchos días solo en una fría sala de un hospital malagueño, donde el hombre llegó incluso a obsesionarse con la idea de la muerte. Aunque se recuperó bien, el hecho de tener que usar ahora un bastón para desplazarse y no poder andar libremente como ha hecho toda su vida ha ayudado lo suyo para que no se sintiera ya a gusto en su propia casa y haya preferido marcharse a una residencia.
Algunas instituciones, como el Ayuntamiento de Alhaurín y la propia revista Lookout, habían mostrado, sin embargo, su voluntad de cooperar para solucionar los problemas que hubieran podido derivarse del cuidado físico o sanitario del anciano escritor. La dirección de la revista llegó a hacerle una oferta para pagar una enfermera particular con objeto de evitar la marcha de. Brenan, pero éste le contestó de su puño y letra diciendo que no la quería y que estaba conforme con irse al Reino Unido. La corporación municipal de Alhaurín, por su parte, acordó recientemente conceder al hispanista asistencia médica gratuita.
"Nosotros queremos que Brenan esté aquí, y estamos dispuestos a lo que él diga, porque lo consideramos como parte viva del patrimonio andaluz", afirmó ayer a este corresponsal el alcalde de la localidad, el socialista Francisco Jiménez Díaz, que manifestó el enorme interés de su ayuntamiento porque toda la obra publicada de Brenan quede en una sala especial que han dedicado a su nombre en la biblioteca municipal.
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