Demoledor ataque de Weizman contra la diplomacia de Beguin, Sharon y Shamir

"El rey Fahd de Arabia Saudí, el rey Hussein de Jordania, el rey Hassan de Marruecos, ¿dicen estar listos para negociar con Israel sin condiciones previas? Yo les respondo: Ah-lan-wa-sah'lan (sed bien venidos, en árabe), y no les pido cambiar los puntos de su programa -ocho del rey Fahd, según creo- lo mismo que ellos no pueden exigirnos renunciar de antemano a nuestro programa de exigencias".

¿Y si Arafat no quiere negociar? "Si Arafat y su OLP rechazan su baza, que preconiza la destrucción del Estado de Israel, les digo lo mismo, ¿por qué no?"Ezer Weizman, ex ministro de Defensa del Gabinete israelí de Menájem Beguin, ex comandante en jefe de las fuerzas aéreas de Israel, lanza un nuevo partido, el Yahad (Conjunto, en hebreo), a la arena electoral y responde distendido, flamante y combativo a las preguntas de la Prensa extranjera en Tel Aviv.

Weizman se sitúa en una posición equidistante del Likud y del Partido Laborista, pero en la práctica lanza la mayor parte de sus dardos al Likud. Denuncia la guerra en Líbano y ridiculiza sus objetivos: "cambiar el orden en Beirut, liquidar la infraestructura de la OLP".

Reprocha a Beguin, Shamir y Sharon lanzarse a esta aventura sin necesidad y sin tener en cuenta los intereses de Siria en Líbano. "Durante 11 meses todo estuvo tranquilo en la frontera Norte, gracias a un acuerdo tácito con la OLP, y no se disparó ni una bala contra nosotros". "Siria tuvo y tendrá siempre en Líbano una zona de influencia. Habría que partir de esta evidencia para alcanzar un acuerdo, firmado o tácito -poco importa- con Damasco."

Ezer Weizman reprochó además al Gobierno de Beguin-Shamir-Sharon haber enterrado la paz con Egipto y los palestinos en lugar de entablar conversaciones "serias y sinceras sobre la autonomía". "Esta actitud inadmisible, contraria a nuestros intereses fundamentales y desleal respecto a nuestros socios, es la razón de mi dimisión".

Apuntala sus palabras: "Ha llegado la hora de comprender que es imposible llegar a un acuerdo con el mundo árabe encaramados sobre un tanque. Yo mismo he sido soldado, aviador, y he luchado contra los árabes durante la mayor parte de mi vida adulta.

Ha llegado el momento y las cosas han madurado, si realmente deseamos la paz, como para dejar de mirar a nuestros vecinos desde el punto de mira de nuestro fusil. Hay que cesar de humillarles, de querer, hacerles morder el polvo", dice Weizman.