Altos cargos de Telefónica rescatan las pólizas millonarias concertadas con Metrópolis

Dos ex presidentes de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), Antonio Barrera de Irimo y Tomás Allende y García Baxter, y otras personas que ocuparon cargos de responsabilidad en el pasado, están rescatando y pidiendo anticipos de las pólizas que la compañía suscribió con la aseguradora Metrópolis en beneficio exclusivo de los directivos.

La suscripción de pólizas privadas por parte de Telefónica para beneficiar a su personal directivo se inició en 1977, pero adquirió una mayor magnitud a partir de 1980, cuando de alguna forma, se empezó a tener conocimiento de las dificultades que tendría la Institución Telefónica de Previsión (ITP) para garantizar íntegramente el pago de las futuras pensiones.La ITP es la entidad mutual que de forma exclusiva y sustituyendo a la Seguridad Social cubre las prestaciones sociales de los 65.000 empleados de Telefónica. Un total de 151 directivos y ex directivos de Telefónica han sido los beneficiarios de las dos pólizas colectivas suscritas con Metrópolis, que en conjunto suman más de 1.300 millones de pesetas. Unos 50 de estos altos cargos han sido agraciados con los dos seguros, lo que permitirá a algunos de ellos percibir más de 50 millones de pesetas en el momento de su jubilación. Además de los citados seguros privados, estas personas tienen asegurada la pensión de la ITP, que por su nivel salarial, supone unos cuatro millones de pesetas anuales y el seguro colectivo suscrito por todo el personal de Telefónica cuya cuantía oscila entre el valor del salario anual de uno o dos años.

La investigación

Todos los hechos han sido puestos al descubierto tras la investigación desarrollada por la Unión General de Trabajadores, iniciada a finales de 1979 e intensificada en los últimos meses, según ha señalado Antonio Darriba, secretario general del Sindicato de Teléfonos de UGT.El primer seguro que se concertó en 1977 tenía carácter colectivo y contaba con unos 50 beneficiarios por un valor de 160 millones de pesetas. A mediados de 1980, la póliza cambió de titularidad y se convirtió en privada, lo que permitió su rescate por la mayoría de sus beneficiarios, tal como se detalla en el cuadro adjunto. En este grupo se encuentran muchos directivos que permanecen en activo en la compañía como los subdirectores generales Miguel Carlos Moreno Toledano, José Luis Martín de Bustamante, Luis Larrea Arrechabala y Luis Terol Miller y que ya han cobrado: el primero, 9,5 millones de pesetas y los restantes, siete millones.

La segunda póliza, con 151 beneficiarios y una prima de 1.200 millones de pesetas fue suscrita en septiembre de 1980, tres meses antes de que entrase en vigor la primera limitación de pensiones y cuando ya se conocía la incertidumbre sobre el futuro de las pensiones de la ITP. Las pólizas fueron pagadas en una proporción que supone el 96% a cargo de la empresa y el 4% por cuenta de los beneficiarios. La prima se pagó por un sola vez para un plazo de cinco años, intentando cubrirse así de los eventuales cambios políticos. Sin embargo, desde la llegada de Luis Solana a la presidencia de la compañía, no se ha pagado la parte correspondiente a las actualizaciones.

Aunque algunos de sus beneficiarios como Ramón Torres Izquierdo y Juan Larrea Arechavala ya han cobrado anticipos a cuenta de 9 y 10,5 millones de pesetas, respectivamente, la titularidad de la póliza continúa en poder de la CTNE. Por ello, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras son partidarios de que la compañía rescate la póliza, con lo que recuperaría unos 900 millones de pesetas que deberían ingresarse a los fondos del la ITP en cuyas reservas hay un desequilibrio patrimonial de 40.000 millones de pesetas,

El presidente de la Compañía, Luis Solana, manifestó ayer que la historia viene de antes de 1979 y es producto de un proceso largo de descapitalización, similar al de la Seguridad Social". Solana precisó que la situación de descapitalización no se producirá hasta dentro de cinco años, y agregó que su equipo podría haber aparcado el tema como lo hicieran las otras directivas de la empresa, pero decidieron, dentro de una actitud responsable, rectificar antes de que los trabajadores se quedaran sin prestaciones.