Huelga general marcada por la violencia en Punjab y otros dos Estados indios
Tres personas resultaron muertas y otras 34 heridas como consecuencia de la explosión de una granada lanzada por extremistas sijs la noche del domingo en un cine de Rajasthan, al noroeste de la India, en la víspera de una huelga general convocada por organizaciones indias para ayer en los Estados de Punjab, Haryana y Himachal Pradesh, en protesta por el asesinato en Julundar de Ramesh Chander, director indio del periódico Hind Samacher (Noticias Indias).
La protesta tuvo una gran incidencia en Haryana, menor en Himachal Pradesh y paralizó totalmente Punjab, en cuatro de cuyas ciudades se impuso el toque de queda, mientras las fuerzas del orden eran puestas en estado de máxima alerta.Según la agencia de Prensa PTI, cinco personas murieron en cuatro incidentes separados en la noche del domingo al lunes. Con ello, el balance de víctimas de la violencia ligada al movimiento autonomista sij en Punjab se elevó a ocho en tan sólo 24 horas.
Los incidentes más importantes ocurrieron en Jandoke, a 35 kilómetros de Amritsar, ciudad santa de los sijs. Un miembro de las fuerzas de seguridads resultó muerto y otras 10 personas heridas en tiroteos y disturbios. La víctima mortal se produjo cuando los extremistas asaltaron la estación ferroviaria de la citada localidad.
En Haryana, ocho personas sufrieron heridas graves como consecuencia de los disturbios protagonizados por indios que protestaban por el asesinato de Chander. Los alborotadores sufrieron las cargas de la policía, volcaron autobuses y otros vehículos e intentaron incendiar un templo.
Extremistas sijs del autodenominado Décimo Regimiento mataron a balazos a Chander en el centro de Julundur, ciudad de mayoría india. En el comunicado de reivindicación del atentado enviado a la agencia oficial india PTI, los asesinos aseguraban que correrían la misma suerte todos aquellos que "abran la boca contra la causa sij" o contra el dirigente extremisa Jarnail Singh Bhindranwale. Era el tercer periodista asesinado en Punjab en lo que va de año. Al entierro, celebrado el pasado domingo, asistieron más de 2.500 personas, que convirtieron el acto en una manifestación de protesta.
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