La URSS y Los Ángeles
Como estoy contra todo tipo de hipocresías, deseo exponer sin ambigüedad mi conformidad con la decisión soviética de no acudir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.Me produce sonrojo ver cómo quienes hace cuatro años defendían el boicoteo norteamericano a los Juegos de Moscú, por entender que la invasión de Afganistán justificaba aquella decisión, ahora pretenden olvidar la invasión de Granada, tan incalificable como aquélla, o la agresión frontal que supone el minado de los puertos de Nicaragua, un país absolutamente soberano, por parte de la CIA. La Unión Soviética expone otros motivos que, por cierto, también justifican su decisión, como la negativa norteamericana a dar visados a personas que la URSS considera que deben ir en su expedicción, pero sería cínico olvidar Granada. Por otra parte, todos los que ahora dicen que Moscú devuelve la pelota o que se venga pecan de inexactitud: eso sería verdad si Estados Unidos no hubiera invadido Granada o no hubiera puesto trabas a la participación soviética.
Creo que es mejor que este verano no tengamos Olimpiada y no podamos caer en la tentación de creer en los mensajes superficiales de amistad y camaradería que ese tipo de certámenes genera, después de que Reagan y Andropov nos han dado un invierno caracterizado por la plantación masiva de misiles. Y creo que es mejor que todos seamos conscientes de lo
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