La gran banca redujo sus créditos en 405.408 millones de pesetas durante el primer trimestre de este año

En 405.408 millones de pesetas ha reducido la gran banca sus inversiones crediticias durante el primer trimestre de este año, tendencia que ha continuado en abril, según medios financieros. El descenso ha sido incluso superior al registrado en todo el sector, cuya cartera de créditos y descuentos ha caído un 3,69%, hasta situarse en 10,49 billones de pesetas. Una menor captación de depósitos de clientes (sólo han crecido 127.141 millones de pesetas), así como la concentración de inversiones en financiar el déficit público, explican dicho fenómeno, que no ha afectado tanto al otro tercio del sistema financiero. En efecto, las cajas de ahorro han elevado sus cuentas de recursos ajenos en 166.114 millones de pesetas y, además de financiar al Estado, han engrosado sus saldos de créditos en unos 40.000 millones de pesetas (el 1,03%).

Pese al fuerte contraste con lo ocurrido en el primer trimestre del año anterior, cuando el nivel de actividad económica no era muy distinto y las inversiones crediticias de la banca crecieron 513.849 millones de pesetas (un 5,38%), portavoces del sector han opinado que la demanda de crédito procedente del sector privado ha sido débil o inexistente. Esta opinión acaban de confirmarla públicamente el gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, y el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, para quienes el crecimiento económico está siendo financiado por el ahorro de costes salariales y la mejora de las exportaciones, aun cuando el crédito al sector privado haya caído globalmente el 1,5% en enero-marzo. Los empresarios, preocupados por la posible necesidad de una política monetaria estricta si no se ataja el déficit público -dan por seguro que la expansión de las exportaciones frenará sus ritmos espectaculares-, han empezado a pedir otras medidas que la hagan eficaz. Como si de una consigna se tratara, la idea más comentada estos días consiste en que la política salarial es tan valiosa como para no dejarla en manos de sindicatos y patronales. Así lo dijo la pasada semana el Círculo de Empresarios en un informe, según el cual las bajas salariales con descensos de la capacidad utilizada aumentan los costes unitarios. Y lo han repetido en los últimos días Fraga Iribarne y Alfonso Osorio.

En la misma línea está la CEOE, cuyos dirigentes vaticinaron en las frustradas negociaciones del pacto salarial para 1984 la importante reducción del crédito al sector privado (de 1,7 billones nuevos en 1983 a un billón en 1984, lo que apenas su pondría un 6%) y el incremento de tipos de interés, que evalúan en varios puntos durante los últimos meses. Por ello, se han mostrado a favor de que el Gobierno intervenga y esperan que en junio próximo podría alcanzarse la concertación.

Los datos conocidos sobre evolución de los depósitos e inversiones de la banca y de las cajas de ahorro, además de confirmar el descenso esperado, apuntan que ha procedido fundamentalmente de la gran banca. Mientras las inversiones crediticias del total de la banca han descendido un 3,69%, equivalente a 401.977 millones de pesetas, las de los 13 bancos calificados de nacionales por el Consejo Superior Bancario (junto a los siete grandes, el Exterior, Zaragozano, Comercial, General, Madrid y Atlántico, cuyas cuotas de mercado son reducidas, como puede apreciarse en el cuadro adjunto) han caído en 405.408 millones de pesetas.

Esto obedece a que los 48 bancos locales aumentaron sus créditos 113.041 millones de pesetas, al tiempo que los 24 industriales las redujeron en 70.787 y los 13 regionales en 39.036; la actividad crediticia de los 36 bancos extranjeros se ha mantenido estable, con aumento de sólo 213 millones de pesetas.

Durante los mismos tres meses, los recursos ajenos de la banca han crecido 127.143 millones de pesetas, con una evolución inversa a las de las inversiones, que se centra sobre todo en el aumento de 81.238 millones de pesetas en los locales y descenso de 26.301 en los nacionales. Aparte de tres fenómenos ya conocidos -las necesidades de financiación del déficit público, el llamado efecto escaparate y la desviación del negocio de los grandes bancos en sus filiales (la cuota de mercado de los siete grandes ha crecido con la crisis y se aproxima al 85%)-, en el primer trimestre se ha registrado una notable recuperación de las inversiones de los bancos nacionales en las carteras de títulos: 104.082 millones, sobre un incremento total de 112.549 (el 6,13%).