_
_
_
_

La policía cree que la sustracción de un óleo en la Moncloa es obra de personas que trabajan en el complejo presidencial

Las sospechas de la brigada policial que investiga el robo de un cuadro en las dependencias del complejo de la Moncloa durante el pasado fin de semana recaen en personas que, probablemente por trabajar en el recinto oficial, tienen fácil acceso a este lugar altamente protegido. La persona o personas autores del robo, según la policía, demostraron conocer en qué salas del edificio donde tiene su despacho el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, están instaladas alarmas para proteger la seguridad de los documentos confidenciales. Tal vez eso explique que los ladrones renunciaran a llevarse objetos de arte mucho más valiosos, pero que se hallan en departamentos dotados de sistemas de alarma.

Más información
Un cuadro 'desaparecido' antes del robo

Más de 600 personas, en total, se ocupan de las tareas de seguridad en la presidencia del Gobierno, según indicaron ayer a EL PAIS fuentes competentes, que agregaron que "aunque no puede decirse que la Moncloa es un lugar absolutamente seguro, sí es, al menos, aceptablemente seguro". De esos 600 funcionarios, sólo una pequeña parte se encarga de la custodia del edificio. Responsables de la custodia de Presidencia del Gobierno calificaron ayer como "infundada" la psicosis de inseguridad suscitada entre parte del funcionariado tras el robo de un cuadro en el antedespacho del ministro de la Presidencia el pasado fin de semana.El robo del cuadro se produjo presumiblemente de noche, según indicó el comisario Puell, encargado de la seguridad en la Moncloa durante la ausencia del máximo responsable en estas cuestiones, comisario Manuel Céspedes. Bajo las órdenes de Céspedes, quien tiene categoría de director general, se alinean los 600 responsables de seguridad de Presidencia, entre quienes se incluye una compañía de la Policía Nacional, otra de la Guardia Civil y la sección de control del gabinete de planificación técnico. Céspedes regresó anoche a Madrid, tras acompañar a Felipe González en su desplazamiento a Dinamarca y Finlandia.

Según Puell, existen sistemas de alarma conectados durante la noche en las dependencias presidenciales, pero solamente en aquellos despachos que contienen documentación confidencial, y no en salas de juntas y reuniones. Precisamente en una de estas salas se encontraba el óleo robado, una copia del retrato del marqués de La Ensenada, valorada en alrededor de un millón de pesetas.

Sin embargo, para el citado comisario, el robo del cuadro nada tiene que ver con los sistemas de seguridad en la Moncloa. "Es relativamente fácil sacar cosas de palacio, pero muy difícil meter nada", dijo, refiriéndose a los temores expresados privadamente por algunos funcionarios en el sentido de que "si han podido robar tranquilamente un cuadro desmontándolo del marco, igual podrían haber dejado un paquete explosivo". En efecto, las normas rutinarias de seguridad en la Moncloa incluyen el registro de vehículos a la entrada de las dependencias, si bien es cierto que tales normas parecen haberse relajado algo, según han podido comprobar últimamente funcionarios y periodistas que acuden a la Moncloa.

No obstante todo ello, desde hace más de un mes funciona en las cercanías del complejo presidencial una garita de control, atendida por miembros de la policía, que exige la documentación a cuantos se dirigen al palacio. La circulación de vehículos no autorizados ha sido cortada desde entonces, aparentemente a raíz de una filtración que indicaba la posibilidad de un atentado contra los edificios del complejo desde un vehículo cargado de explosivos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Un hombre con pistola

El Consejo de Ministros aprobó ayer una transferencia de crédito por valor de 275 millones de pesetas, destinados al plan de protección perimetral de la Moncloa, es decir, a la construcción de nuevos accesos y al reforzamiento. de la guardia en los accesos.No obstante todas las medidas de seguridad adoptadas, el presidente González confesó privadamente que hace algún tiempo recibió la visita de un parlamentario que, al despedirse, le confesó llevar una pistola en el bolsillo, reprochándole de este modo los fallos en el sistema de seguridad. Igualmente, se sabe que el ministro Javier Moscoso, en cuyas dependencias anejas se registró el robo del cuadro el pasado fin de semana, llegó a tener en su despacho a un presunto pariente, quien dijo apellidarse Del Prado (el nombre completo del ministro es Javier Moscoso del Prado) y que tuvo fácil acceso hasta la sala privada del titular del departamento de la Presidencia. Moscoso no reconoció a ningún pariente en el inesperado visitante, quien puso así de manifiesto un nuevo agujero en los sistemas de seguridad monclovitas.

Medios de la Moncloa informaron ayer que, aunque menor que en los días laborables, el flujo de visitantes a la Moncloa se mantiene durante los fines de semana. Por ello, teóricamente cualquiera pudo haberse llevado el retrato del marqués de La Ensenada. Pero las investigaciones policiales, a cargo tanto de los servicios de seguridad de Presidencia como de la sección especializada del Ministerio del Interior, dedicada a la sustracción de obras de arte, parecen orientadas a pensar que la sustracción fue obra de alguien de la casa.

El o los delincuentes habrían podido así salir tranquilamente del edificio INIA, donde se produjo el robo, con el retrato enrollado bajo el brazo, una vez desmontado, del marco, que apareció el pasado lunes sobre un falso techo cercano a donde el óleo se encontraba colgado. "Se trataba de un cuadro de relleno, resulta extraño que los ladrones no hayan escogido algo más comercial, un paisaje de cierto valor, por ejemplo, que se encontraba cerca del retrato del marqués de La Ensenada", dijo ayer a EL PAIS uno de los policías que lleva a cabo la investigación.

Fuentes competentes informaron ayer de que tan sólo una pequeña parte de los 600 funcionarios dedicados a tareas de seguridad en la Moncloa se encarga de la custodia del edificio. Otros están destinados a escolta de altos cargos de Presidencia, incluyendo domicilios privados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_