Una buena copia
En 1948, Preston Sturges escribió y dirigió un filme en el que un director de orquesta sospecha de su esposa -Rex Harrison y Linda Darnell, en Unfaithfully yours-, según él demasiado joven como para serle fiel y no caer seducida por un atractivo violinista. Sturges hacía que su protagonista se imaginara tres formas distintas de enfrentarse a su condición de marido engañado, las tres reacciones motivadas por su estilo de dirección ante tres sinfonías distintas. En 1984, Zieff ha dispuesto de una versión un tanto simplificada del guión original, bastándole unos fragmentos de Chaikovski para que el hombre de la batuta invente una divertida y complicada venganza, en la que su imaginación cinematográfica chocará con una realidad más prosaica.Si los ficheros no mienten, la cinta de Sturges nunca se estrenó en España, lo que libera a Zieff de odiosas comparaciones. Es mejor. El resultado es que su comedia funciona como un mecanismo de relojería bien engrasado, en el que hay las dosis justas de previsibilidad y sorpresa, de lógica y locura. Infielmente tuya parte de un equívoco que irá creciendo con el metraje, al que el guión va echando leña para que el incendio de los celos sea devastador.
Infielmente tuya
Director: Howard Zieff. Intérpretes: Dudley Moore, Nastassja Kinski, Armand Assante, Cassie Yates, Richard Libertini, Albert Brooks. Guión: Valerie Curtin, Bany Levinson y Robert Mane. Fotografía: David Walsh. Música: Bill Conti. EE UU, 1984.Local de estreno: Vaguada M-2 y Proyecciones.
Situaciones equívocas
Las situaciones equívocas se multiplican, el espectador -que siempre sabe más que los personajes- también es engañado, de cuando en cuando, por el director, que se limita a ponerse al servicio de la historia y los intérpretes. Dudley Moore sustituye al fallecido Peter Sellers, que era quien debía protagonizar Infielmente tuya. La secuencia de la batalla con un archivador rebelde, que acosa al músico con la ayuda. de un perchero bamboleante, es la única que está en la línea de Sellers, de sus famosas luchas con los objetos. Nastassia Kinski está fantástica en su papel de sueño para adultos cuarentones, y Armand Assante es un rival exacto para la imaginación del personaje de Moore.Probablemente, la comedia de Sturges poseyera un espíritu cáustico del que carece la versión de Zieff, pero la comicidad no se ha evaporado, a diferencia de lo que ocurre con otros filmes inmersos en esta fiebre de los remakes -recuérdese el penoso ejemplo del Soy o no soy, de Brooks-, casi siempre inferiores al original. Infielmente tuya, al margen de las consideraciones sobre si los méritos hay que atribuírselos a quienes fabricaron el modelo 40 años antes, está destinada a ser una de las mejores comedias de la temporada, uno de los escasos entretenimientos que realmente justifican el concepto.
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