La empresa española está bien situada ante el ingreso en la Comunidad

Las empresas españolas se encuentran en una buena posición de partida para hacer frente a la mayor competitividad que supondrá, para ellas la adhesión de España a la Europa comunitaria, aunque se deben mejorar una serie de trabas fuertemente enraizadas en su funcionamiento, como una productividad inferior a la media de las europeas, particularmente en el sector manufacturero. Asimismo, se debe producir la adecuación a una situación en la que desaparece el proteccionismo, que ha, acompañado la existencia de algunos sectores productivos españoles.Esta fue una de las conclusiones más significativas de la reunión sobre La empresa española dentro del Mercado Común. Riesgos y Oportunidades, organizada por la Asociación para el Progreso de la Dircción (APD). En ella, Heik Afheldt, presidente de Prognos, centro europeo de investigaciones económicas aplicadas de Basilea, volvió a recordar que en 1983 casi el 50% de las exportaciones españolas tenían como destino el Mercado Común. La productividad por empledado en la CEE es de 17.000 dólares, mientras que en España es de 13.000 dólares.

Por sectores, Afheldt subrayó que siderúrgia y astilleros apenas se beneficiarán con la integración. El textil tendrá algunas ventajas, así como los de mano de obra barata, como el sector agrícola o turístico. La integración también será positiva para el sector químico, mientras que para el de maquinaria electrónica las perspectivas no son demasiado buenas, debido esencialmente a la penetración japonesa.

Crecimiento de la exportación

El presidente de este centro europeo de prospectiva señaló que, al igual que ha sucedido con otros países que se han integrado a la CEE, es previsible que las exportaciones españolas salgan beneficiadas al producirse la plena incorporación.

Para Carlos Pérez de Bricio, presidente de Confemetal, que expuso el punto de vista sobre el sector metalúrgico, hay una coherencia entre la política española y la de la CEE en este campo, previéndose en la reciente declaración española sobre el capítulo CECA, una reducción en la producción de laminados en caliente del 15% para los próximos años, similar al recorte del 15,7% mercado en Europa.

Manuel Marquez Balín, presidente de Standard Electrica, señaló, al analizar el sector de las telecomunicaciones, que es básico potenciar el mercado interior de esta industria, con un esfuerzo del sector privado junto con incentivos por parte de la Administración. En este sentido, el Plan Electrónico Nacional y la demanda del sector público que contempla, junto al plan cuatrienal de Telefónica, son pasos importantes.

En el apartado referente al sector químico, Fernando Gimeno, presidente de la Confederación Empresarial de la Industria Química, insistió en que España tiene en estos momentos una sequía jurídica en el apartado de patentes, que se rigen todavía por el Estatuto de la propiedad industrial de 1929, aunque el Gobierno se ha comprometido a variar la normativa.