Raimon Obiols, también para 1988
En el editorial, y valoración, de los resultados de las elecciones catalanas del 29-A, EL PAIS quiere presentar a Raimon Obiols como nuestro presidenciable cadáver. ¡Que ha sido el primero de los asaltos! Que en Raimon Obiols no debe apuntillarse al causante de nuestra derrota. Como se apuntó en EL PAIS del Día de Ramos, en un inevitable y lúcido retrato de Raimon Obiols, nuestro presidenciable de ahora, y del futuro, ha sido castigado por los pecados que no ha cometido. Quizá los errores de Raimon Obiols sean que además de acelerar la legalización de TV-3 no hubiera arrancado la devolución de nuestro legítimo grupo parlamentario en el Congreso; el haberse cobijado en la reticencia, y las actitudes defensivas, en la explicación de nuestra participación en los pactos autonómicos.Pero en su haber ... : sólo Raimon Obiols permite que los reincidentemente derrotados socialistas catalanes ya seamos irreversiblemente el gran partido de la izquierda catalana, en una nación moderada y todavía encantada por el nacionalismo particularista y victimista.
En 1988, en el segundo asalto, Pujol ya no podrá exhibir cifras y agravios tan magníficos, sino prioridades y resultados. Dependerá de nuestro seguimiento: antes que imágenes de alcaldes, oferta de concertaciones entre los poderes locales y el poder autonómico. Dependerá de que archivemos y nos despojemos de la tentación del neolerrouxismo y del neotarradellismo: que seamos -y demostremos- que ser el difícil PSC (PSC-PSOE) exige, inexcusablemente, tener portavoz y grupo propios en el Congreso e hilo directo con el Gobierno de la nación en tantas cuestiones donde el poder central y el autonómico comparten una imprecisa, conflictiva y manipulable frontera./
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