Los dos principales candidatos panameños, Ardito Barletta y Arnulfo Arias, se proclaman presidentes del país
ANTONIO CAÑO ENVIADO ESPECIALA falta de resultados oficiales, los dos principales candidatos a la presidencia panameña el oficialista Nicolás Ardito Barletta y el opositor Arnulfo Arias Madrid, se proclamaron ayer vencedores de las elecciones celebradas el pasado domingo. La sorprendente lentitud del recuento oficial, la mayor credibilidad con que se presentan los datos de la oposición y el ambiente de euforia que se vive entre los seguidores del octogenario ex presidente, parecen sugerir, sin embargo, una victoria de Arnulfo Arias.
El carismático líder de la Alianza Democrática de Oposición advirtió ayer en una conferencia de prensa, en la que anuncié su triunfo, que "la paz de este país depende de la actitud que adopte el Gobierno", y expresó su temor de que, "si no se reconoce mi victoria, el pueblo se vaya a la calle y se desate el caos".Arnulfo Arias afirmó que "estamos haciendo lo posible para que el Gobierno reconozca nuestra victoria", pero admitió que los responsables gubernamentales "y los militares, que son el único Gobierno que hay en este país, están buscando la manera de no admitir los resultados".
Los últimos datos facilitados por la Alianza Democrática de Oposición atribuyen a Arias 171.882 votos, por 151.674 para Nicolás Ardito Barletta, sobre un total del 46,54% escrutado, lo que da pues, una ventaja al primero de más de 20.000 votos.
Por el contrario, los resultados hechos públicos por la oficialista Unión Nacional Democrática (Unade) conceden 220.225 votos a su candidato y 211.757 al de la oposición. La Unade reconoce la derrota, por ahora, de su candidato en las tres principales provincias del país, Panamá, Chiriquí y Colón. Ardito Barletta admitió que la elección ha sido "más estrecha de lo que esperaba", pero confío en que vamos a ganar".
El índice de participación, según los datos de ambos partidos, osci la entre el 70% y el 75%, algo supe rior a la tendencia histórica de elecciones democráticas en Panamá. Durante la noche del domingo, caravanas de coches de la Alianza Democrática de Oposición recorrieron las calles de la ciudad de Panamá celebrando la victoria, que ellos dan por segura. Los líderes de Unade se reunieron en la suite presidencial de un hotel para seguir su escrutinio particular. En la sede oficialista, a la que se dificultó el acceso a la Prensa, se observaban caras largas y gestos de preocupación.
Sospechas de intento de fraude
Las sospechas de un intento de fraude electoral aumentaron en la noche del domingo cuando la Junta Nacional de Escrutinio decidió suspender el recuento de las actas hasta la mañana de ayer. A la hora de cerrar esta edición (primeras horas de la tarde en Panamá) la Junta reconocía que todavía no había recibido ni una sola acta electoral
Algunas fuentes consultadas por este diario estimaron que el retraso en hacerse público el contenido de las actas es debido a que se han encontrado anomalías en la forma en que éstas habían sido rellenadas.
Estas dificultades para el recuento oficial de los votos contrastan con la limpieza con que se llevaron a cabo los comicios, al menos en las principales ciudades del país, aquellas en las que todos los partidos tenían jurados y, precisamente, aquellas en las que se reconoce el triunfo de la oposición.
Las fuerzas de defensa, que llevan un recuento particular de los votos emitidos, no se han pronuncido todavía sobre los resultados y se han limitado a destacar la tranquilidad absoluta con que se llevó a cabo lajomáda electoral en todo el país. Los militares, que han gobemado el país en los últimos 16 años, entregarán el poder al vence dor de las elecciones del domingo el próximo 11 de octubre. Amulfo Arias dijo ayer que intentará que ese plazo sea acortado, porque me preocupa que de aquí a octubre no vamos a encontrar nada porque ya habrán robado todo".
Observadores imparciales de esta capital consideran que cuesta trabajo pensar que las fuerzas de defensa estén dispuestas a entre gar el poder a un anciano de 82 años, muy limitado física e intelectualmente, acompañado en las dos vicepresidencias por un poderoso banquero de Miami, que ha vivido los últimos 15 años de su vida en Estados Unidos, y un democristiano con posiciones políticas propias de la derecha más recalcitrante.
Los resultados extraoficiales conocidos han provocado ya un clima tenso en las filas de la coalición oficialista, que se empieza a preguntar si Nicolás Ardito Barletta, un tecnócrata políticamente moderado, pero absolutamente falto de carisma, ha sido la persona más adecuada para competir con la máquina de hacer votos que es Arias.
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