El domingo, Panamá recordaba a una república bananera
El domingo por la mañana Panamá parecía una democracia europea. Los electores guardaban fila ordenadamente ante las urnas y emitían sus votos libremente en urnas vigiladas por representantes de todos los partidos políticos. La presencia militar era suficiente y discreta, y nadie presionaba a nadie en las puertas de los colegios.Horas más tarde, este país centroamericano volvía a recordar a las clásicas repúblicas bananeras. La Junta Nacional de Escrutinio opté, a las 12 de la noche, por irse a dormir, "porque aquí no hacemos nada". A esas horas no habian recibido ningún acta electoral. Catorce horas después, tampoco.
En lugar de escrutar votos, la Junta se dedicó toda la mañana de ayer al intercambio de acusaciones entre los diferentes partidos políticos, preguniándose: "¿Dónde están las actas?".
El presidente del Tribunal Electoral, ésar Quintero, designado por el Gobierno, tuvo que presentarse ayer ante la Junta Nacional de Escrutinio para, a través de las emisoras de televisión y de radio, tranquilizar al país y garantizarle que "no va a producirse ningún tipo de fraude".
El presidente tribunal mánifestó que las dificultades para la llegada de las actas a la Junta Nacional radican en que el recuento ha sido muy lento, porque, además de computar los votos para presidente y vicepresidentes, había que contabilizar los sufragios para los legisladores.
Por su parte, el presidente de la Junta Nacional de Escrutinio, Ismael García, anunció ayer que las actas de cada mesa de votación habían sido ya enviadas a los 40 circuitos electorales, y añadió que el proceso se había bloqueado en el traslado de estas actas de los circuitos a la Junta Nacional, encargada de verificar la autenticidad de los resultados.
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