_
_
_
_

Los salvadoreños votaron mientras la guerrilla intentaba ocupar la ciudad de San Miguel, con un balance final de 14 muertos

Los salvadoreños votaron ayer con relativa normalidad, aunque la concurrencia a las urnas era a primera hora de la mañana menor que en la primera vuelta, celebrada el 25 de marzo. Dos policías nacionales murieron en San Salvador al intentar desactivar una bomba. La guerrilla fracasó en su intento de ocupar San Miguel, tercera ciudad del país, situada a 120 kilómetros al este de la capital. Según la agencia Upi, 14 personas (siete guerrilleros, tres militares y cuatro civiles) murieron a consecuencia de la incursión guerrillera. A lo largo de la madrugada, más de diez artefactos hicieron explosión en la periferia de San Salvador, dejando sin luz a nueve departamentos del país, incluida la capital. El servicio quedaría restablecido antes de las cinco de la mañana.

A esa misma hora llegaba a la escuela Japón, en la periferia de la capital, Armanda Rodríguez con su hija de dos años en brazos. Faltaban aún dos horas para la apertura de las urnas. "Vine tan temprano porque la vez pasada casi me aplastan a la niña". A esa hora, el teniente coronel José Domingo Monterrosa estaba ya en su puesto de mando de la tercera brigada de infantería, en San Miguel.La unidad de comunicaciones acababa de recibir el aviso de que unas decenas de guerrilleros colocaban minas y hostigaban a las patrullas militares en el centro de la localidad. Después de dos horas de tiroteos intermitentes, la guerrilla se retiró hacia el Este.

El embajador norteamericano, Thomas Pickering, no pudo aterrizar en San Miguel, porque el helicóptero en el que viajaba con varios observadores de Estados Unidos fue ametrallado por la guerrilla, aunque no fue alcanzado por los disparos. El diplomático y sus acompañantes tomaron tierra en La Unión. Otro helicóptero, en el que viajaban representantes de la Prensa, resultó tocado por los disparos, pero pudo proseguir su viaje.

Observadores españoles

Varios observadores españoles, entre los que figura el diputado por Alianza Popular, Carlos Robles Piquer, tenían previsto ir también a San Miguel, desconociéndose si pudieron cumplir su objetivo.La emisora rebelde Radio Venceremos, que transmitió varios programas especiales por frecuencia modulada, invitó a los vecinos de San Miguel a permanecer encerrados en sus casas, ya que los combatientes del Frente Farabundo Martín, Sección Nacional, rodeaban la población y podían producirse nuevos combates a lo largo del día. Tiroteos esporádicos siguieron escuchándose en las afueras de la ciudad.

Este hecho no impidió que miles de votantes se apostasen ante los colegios electorales en cuanto cesó el enfrentamiento en el casco urbano. San Miguel tiene un censo de 90.000 electores. La asistencia a las urnas era, con todo, menos numerosa que en la primera vuelta.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Lo mismo sucedía en San Salvador, pese a que el voto solicitado ayer era decisivo para elegir nuevo presidente entre el democristiano José Napoleón Duarte y el derechista Roberto D'Aubuisson. Se diría que algunos votantes entendieron que ya habían cumplido con su deber cívico votando el 25 de marzo y decidieron abstenerse en esta votación. José Francisco Sanfelices, de 64 años, que no ejercitó su derecho el voto el 25 de marzo, acudió, sin embargo ayer a su urna porque "no quiero que salga cierto candidato, porque habrá matanzas en el país".

La experiencia de la primera vuelta sirvió al menos para que el proceso discurriera con mayor orden. La mayoría de los electores sabía ya la urna en la que debía votar y tampoco se registraron tantas anomalías en la constitución de las mesas.

La escuela Japón, instalada en Mejicanos, fue escenario durante la primera vuelta de una avalancha de electores que rompieron el cordón policial exasperados porque a las ocho de la mañana no se hubiera iniciado aún la votación. Armanda Rodríguez pudo depositar su voto ayer tan sólo después de las siete de la mañana.

No tuvieron tanta suerte los desplazados de todo el país que acudieron a las instalaciones de la Feria Internacional, único lugar donde podía votar cualquier elector. A las ocho de la mañana, miles de personas se agolpaban en las puertas y la Policía Nacional tuvo que emplearse con energía para evitar que las puertas cayeran derribadas debido a la presión del público. Cuatro personas fueron aplastadas contra las verjas exteriores y tuvieron que ser evacuadas en ambulancia.

Al margen del tiroteo registrado en San Miguel, la emisora del FFM informó de que se estaban produciendo combates a primera hora de la mañana en las poblaciones de Chinameca y Jucuapa, sin que esa información pudiera ser confirmada en fuentes oficiales.

Desde primeras horas existía una fuerte tensión en el departamento de Cabañas, donde el Ejército concentró a más de un millar de soldados en los alrededores de Ilobasco.

A tan sólo 15 kilómetros, la guerrilla se paseaba por Tejutepeque, en cuyos alrededores había al menos 800 combatientes.

En el orden estrictamente electoral se denunció el empleo de propaganda en las inmediaciones de algunas urnas por parte de ARENA (Alianza Republicana Nacionalista).

En Zacatecoluca, capital del departamento de La Paz, se detectaron presiones por parte de algunos militares para votar en favor de D'Aubuisson, incumpliendo así la orden de neutralidad dada el viernes por el ministro de Defensa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_