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Se acelera la investigación oficial sobre la red terrorista antipalestina que actúa en Israel

Otras doce personas han ingresado en prisión en Tel Aviv, además de los cuatro israelíes que, según la policía,- participaron directamente en la frustrada colocación de bombas de relojería en -autobuses árabes y de otros dos sospechosos que parece ser han confesado ya haber atacado el colegio islámico de Hebrón en agosto de 1983. Estos israelíes, todos ellos judíos, son sospechosos de estar mezclados, de cerca o de lejos, en diversos actos ilegales, subversivos, incluso terroristas. Y se esperan nuevas detenciones. La mayoría de los sospechosos proviene de ciudades y localidades israelíes implantadas en Cisjordania y en el Golán.

Los dirigentes del Gush Emunim (movimiento ultranacionalista y religioso) y otros responsables de la colonización judía en territorio ocupado se reunieron para protestar contra la que llaman campaña de difamación seguida contra el conjunto de la colonización judía por la Prensa, la radio, la televisión y... la policía.La santa indignación de los jefes de la colonización judía parece un poco forzada. Es curioso comprobar que los dirigentes espirituales y otros colonos judíos no han considerado oportuno agregar a sus protestas de inocencia una condena del atentado contra los autobuses árabes que, de haber consumado su propósito, habría provocado la muerte o graves heridas a centenares de inocentes.

En el fondo, todo lo que los dirigentes de la colonización judía parecen rechazar es la detención de sus correligionarios. ¿Cómo sorprenderse por ello? Cuando, hace cuatro años, los alcaldes palestinos de Nablus y de Ramallah perdieron sus piernas en sendos atentados, se podía escuchar en más de una colonia judía en la Cisjordania ocupada: "¡Así perecerán tus enemigos, oh Israel!".

Desde el verano de 1980, diputados y periodistas israelíes habían advertido al Gobierno del primer ministro Menájem Beguin contra el surgimiento de una organización terrorista clandestina judía. En vano. Lo cierto es que a Beguin le repugnaba abrir una investigación a fondo sobre los movimientos sospechosos de ciertos individuos entre los colonos judíos, que ellos consideraban como los mejores hijos de Israel. Moshe Nissim, ministro israelí de Justicia, aseguraba que e terrorismo judío "no existe más que en la cabeza de Yosi Sarid" (diputado laborista). Por ello los servicios de seguridad israelíes sabían ya que el gusano estaba dentro de la fruta.

Habiendo conseguido por fin la autorización del primer ministro, Isaac Shamir, personalmente responsable de los famosos Shabak (seguridad israelí), estos servicios habían comenzado a infiltrarse en los medios más ex-tremistas de la colonizaciónjudía.

Hace casi un año, un topo consiguió hacerse aceptar dentro de un grupo de duros entre los duros, que encontraban que el Gobierno era "demasiado blando" respecto a los palestinos, y ellos preconizaban el paso a la acción directa, clandestina, para intimidar y, si fuera preciso, aterrorizar a los palestinos. Estando al corriente, la policía prefirió no actuar hasta conocer todas las ramificaciones y, sobre todo, a los jefes de la red. El atentado preparado contra los autobuses árabes, del cual el topo tuvo conocimiento previo, precipitó las cosas. Consultado sobre ello, el primer ministro decidió que era preciso, por encima de todo, abortar un atentado tan horrible, incluso al precio de una acción prematura contra los terroristas judíos. Gracias al importante golpe que siguió a ello, los investigadores policiales pretenden descubrir a los, autores del atentado contra los alcaldes palestínos de Nablus y Ramallah, realizados en junio de 1980 El Gobierno israelí está decidido a llegar hasta el fondo.

¿Acaso los sospechosos no pertenecen a la mismá familia ideológica de Shamir, Moshe Arens, Ariel Sharon y compañía? ¿No son ellos los partidarios del Gran Israel, de la colonización judía y de la anexión, a plazo fijo, de Cisjordania? Si los dirigentes israelíes, salvo Sharon, que se opuso siempre, optaron finalmente por el desmantelamiento de la red terrorista judía, ello significa que se han percatado del peligro que representaba esta organización clandestina.

, Ahora, no se trata de iluminados que creen trabajar para preparar la veiXida del Mesías, lo mismo que los que atacaron la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén. En esta ocasión se trata de hombres de. otra pasta. Algunos son oficiales de unidades de elite, condecorados incluso por su bravura durante la guerra, hombres resueltos.

Hoy, atacan al. enemigo palestino, pero mañana pueden emprenderla contra el enemigo interior. líderes laboristas, militantes del movimiento Paz Ahora, quizá incluso dirigentes del Likud considerados por aquéllos "demasiado tibios", "traidores a la causa sagrada". ¿Y pasado maftana?

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