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Tres cámaras de control por televisión y un grupo de policías para toda la vigilancia de la muestra

El sistema de seguridad de la Exposición Mundial de Filatelia está compuesto por una cámara de televisión y un circuito de alarma que protege el sobre del Mauricio -los dos sellos de un penique, de color naranja, de isla Mauricio-, joya de la exposición, valorado en más de 200 millones de pesetas. Existen otras dos cámaras para la llamada sala noble, donde se exhiben coleciones de la reina Isabel, del Reino Unido; del Principado de Mónaco, y de instituciones como Correos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. El dispositivo se completa con personal de Policía, de paisano y de uniforme, que vigilan a pie los dos inmensos pabellones de la feria. La Policía había indicado la necesidad de dotar de sistemas de televisión la red de vigilancia, y a la cámara del Mauricio se añadieron las dos de la sala noble, pero los organizadores rechazaron poner más "porque resultaba muy costoso y, en el mundo de la filatelia no cabía pensar una cosa como la ocurrida", señala Miguel Ángel Blanco, del comité de organización.

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Las deficientes medidas de seguridad facilitaron el importante robo de sellos realizado en la Exposición Mundial de Filatelia

La Policía también propuso que los paneles tuvieran atornillados los junquillos metálicos, o "algún refuerzo similar", según explicaba un funcionario a un expositor andaluz qpe se quejaba ayer de estos defectos organizativos. Pero el comité lo consideró innecesario "pues siempre se ha hecho así, no sólo en España, sino en todos los países, y, en esta ocasión, se han tomado las mejores medidas de seguridad en comparación con ,cualquier otra exposición filatélica en el mundo", añadió Miguel Ángel Blanco. "No cabe duda", reconoció, "que, en lo sucesivo, especialmente en la exposición del centenario del descubrimiento de América, en 1992, habrá que replantearse estas medidas".

La exposición consta de 40 tiendas y 5.000 paneles que acogen a casi un millar de colecciones. Está organizada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, cuyo titular, Enrique Barón, preside el comité organizador. El monto económico de la organización se ha elevado a unos 300 millones de pesetas.

Los paneles, unidos entre sí en filas perpendiculares y paralelas, forman inmensas cuadrículas de cabinas en una especie de laberinto. "Serían necesarios varios miles de personas para asegurar una vigilancia personal eficaz", según fuentes del servicio de seguridad. Miguel Ángel Blanco reconoció que "si alguien se lo propone, podía repetirse un robo similar".

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Patrullas

Los policías de uniforme, hasta ayer, han patrullado fuera de los pabellones -"para dar a los visitantes una imagen más agradable", según un testimonio policial-, mientras que policías de paisano "han hecho lo que han podido, y más, dentro de las salas". Después del robo, la fuerza pública uniformada se pasea también entre los paneles.

En cuanto a la posibilidad de recuperación, de lo robado, manifestó Blanco que "se han enviado los datos de estos sellos a las sociedades filatélicas y podrán recuperarse si se venden en bloques o partidas, pues los sellos, para un experto, es como si tuvieran nombres y apellidos, pero será imposible si los venden uno a uno".

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