Las deficientes medidas de seguridad facilitaron el importante robo de sellos realizado en la Exposición Mundial de Filatelia
La insuficiencia de medidas de seguridad en la Exposición Mundial de Filatelia, inaugurada el pasado día 27 de abril en Madrid, ha sido reconocida por los organizadores tras el robo producido en ella y descubierto el martes pasado. Con sólo saltar los junquillos de unos paneles, alguien sustrajo más de 200 sellos, entre ellos piezas del siglo XIX -propiedad de un matrimonio catalán y otro coleccionista de Madrid-, cuyo valor se estima en unos 20 millones de pesetas. La Policía había solicitado la instalación de sistemas electrónicos y refuerzos de los paneles, pero su sugerencia fue rechazada por el comité organizador.
Otro robo similar puede repetirse en cualquier momento antes de que la exposición sea clausuradáel próximo día 6, según adrnite Miluel Ángel Blanco miembro del comité organizador y presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Filatelia (Anfil). Y sin embargo, el mismo portavoz asegura que, en esta exposición, la más importante celebrada en España sobre este tema, "se han tomado mejores medidas de seguridad que en todas las anteriores celebradas en el mundo".El pasado martes día 1, a media mañana, en la Exposición Mundial de Filatelia, montada en la Casa de Campo, Rosario Sales de Marly, de 73 años de edad, se llevó "el mayor sobresalto" de su vida. Fue a mirar los paneles donde se exhibe la colección de sellos de su propiedad y de su esposo, Sixto Marly, de 72 años de edad -ambos catalanes y domiciliados en Barcelona- y vio que cuatro paneles estaban vacíos.
El Oso y el Madroño
Faltaban 19 hojas, de numeración no correlativa, de la colección, lo más valioso. Unos 200 sellos clásicos, de la primera época española, entre ellos, de dos reales de 1851,1852 y 1853, y el Oso y el Madroño de Madrid de 1854. El total estaba asegurado en 22 millones de pesetas, dentro del seguro global de la exposición, que asciende a 7.000 millones de pesetas, según fuentes de la organización.
Los gritos de la coleccionista alertaron del robo, que podía haber sido descubierto horas o días más tarde, "porque no había un croquis de la exposición con señalización de los paneles ocupados y había otros paneles vacíos por lo que a nadie hubiese llamado la atención", según fuentes próximas al servicio de seguridad. Otros tres paneles, al lado de los anteriores, habían sido también desvalijados de parte de la colección de José Luis Martínez de Bustamante, de Madrid, "pero se dejaron piezas más valiosas que las robadas", precisa Miguel Ángel Blanco. El valor de estas piezas ha sido señalado por su propietario en millón y medio de pesetas, aproximadamente Los sellos son estudios de emisiones.
Se desconoce si el robo fue cometido durante la tarde anterior o en esa misma mañana. "El día anterior se registró gran asistencia de público, que desbordó las previsiones", explica Miguel Ángel Blanco.
Las investigaciones para el esclarecimiento del robo se dirigen tanto hacia fuera como hacia dentro de la exposición. Se evalúan los siguientes datos: el autor del robo lo realizó de día, estando abierta la exposición, pues, de haberlo hecho durante la madrugada podía haberse llevado mucho más; eligió determinadas hojas de sellos, lo que hace pensar que es conocedor de la filatelia; tomó piezas valiosas, pero no únicas ni raras y, por tanto, colocables; realizó el robo en una zona muy vulnerable, una esquina, en la sala segunda del pabellón X; debía de tener experiencia en el desmontaje de este tipo de paneles, pues aunque se consideran fáciles de desarmar con una simple moneda por cualquier persona, el hecho de que reventara siete cuadros en horas normales revela que lo hizo rápido y seguro.
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