Pérez de Cuéllar agradece al Gobierno español su "apoyo sincero y efectivo" a la ONU

El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, finalizó ayer su visita oficial a España, mostrando su agradecimiento por el "apoyo sincero y efectivo" que el Gobierno de Madrid da a la ONU. Pérez de Cuéllar reveló también que es probable que la presidencia de la próxima Asamblea General recaiga en el embajador español en ese organismo internacional, el decano Jaime de Piniés.

Tanto el secretario general de la ONU como el secretario general de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Enrique Iglesias, que estaba presente ayer en la conferencia de prensa con la que Pérez de Cuéllar cerró su visita oficial a Madrid, subrayaron la necesidad de que España participe en la solución al problema creado en torno a la fuerte deuda exterior de los países latinoamericanos.

"Es absolutamente indispensable", dijo Pérez de Cuéllar, "una presencia española como apoyo moral y práctico, que España no nos suelte la mano y nos ayude a superar esta etapa". "España", afirmó por su parte Iglesias, "podría participar interpretando la postura latinoamericana sobre la deuda" y, en cualquier caso, "debe mantener su corriente de inversiones y financiación en la región". Pérez de Cuéllar, que ha venido defendiendo estos días en Madrid su concepto de "diplomacia tranquila" contra las críticas que se hacen a la ONU por su supuesta ineficacia, subrayó ayer el interés que el organismo que encabeza había puesto en abrir una oficina de información en Madrid, que serviría para luchar "contra la falta de información que se padece en muchos lugares del mundo sobre las actividades y esfuerzos que llevamos a cabo en nuestra tarea fundamental de conseguir la paz".

La confrontación ideológica en Centroamérica

Sobre una posible reforma de la Carta fundacional de la ONU -que pronto cumplirá 40 años-, dijo que ésta, como todas las constituciones, era perfectible, pero mostró sus dudas sobre la posibilidad de que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad se pongan de acuerdo y cedan su derecho a veto.En sus encuentros con las autoridades españolas, el secretario general de la ONU habló, entre otros, de los problemas creados en el mundo por la guerra Irán-Irak, el conflicto centroamericano y el terrorismo. Ayer, Pérez de Cuéllar afirmó que es la guerra irano-iraquí el tema que más le preocupa, por ser potencialmente "el más explosivo". A este respecto, afirmó que conversa semanalmente con el primer ministro sueco, Olof Palme, que es su representante especial para la solución de este enfrentamiento.

Hay que evitar, dijo también, que en el conflicto centroamericano se inserte la "confrontación ideológica entre Este y Oeste". "Hay que poner fin", agregó, "a la tendencia a la exportación de las posiciones políticas". Desde su llegada a Madrid, Pérez de Cuéllar ha venido subrayando su identidad con el Gobierno español en el apoyo a los esfuerzos realizados por el grupo de países del grupo de Contadora -Colombia, México, Panamá y Venezuela-, que están a favor de una solución que se cifra exclusivamente al ámbito regional. No obstante, el secretario general de la ONU mostró ayer su escepticismo ante la posible, solución inmediata de un problema "que tiene 150 años".

El conflicto del Sáhara fue otro de los problemas evocados en sus conversaciones con el presidente del Gobierno, Felipe González. A este respecto, el secretario general de la ONU se mostró partidario de la celebración de un referéndum.

Con una visita a la Organización Mundial del Turismo, que tiene su sede central en Madrid, Pérez de Cuéllar finalizó su estancia oficial en España. Posteriormente, marchó en helicóptero al pueblo segoviano de Cuéllar, del que procede su familia, que marchó a Perú durante la conquista de América.