La 'guerra de los chaqués' divide el ayuntamiento y empaña el inicio de la Semana Santa en Sevilla

La guerra de los chaqués, un conflicto político con tintes ridículos, presidió ayer la puesta en marcha de la Semana Santa sevillana, que se inició bajo un cielo amenazante de lluvias y con la expectación de todos los años en las calles. A lo largo de la semana se pondrán en marcha 111 pasos, pertenecientes a 56 cofradías, y unos 35.000 sevillanos se vestirán de nazarenos para salir en procesión.

Es tradición que los tres concejales del Ayuntamiento que diariamente presiden el paso de las cofradías desde un palco habilitado al efecto en un punto de la carrera oficial, vistan de chaqué para la ceremonia. El Grupo Socialista del Ayuntamiento ha decidido este año que no sea preceptivo el chaqué, sino que baste con un traje oscuro.

El Grupo Popular se opuso y anunció su decisión de enviar a sus concejales vestidos con el tradicional chaqué. El Grupo Socialista respondió excluyendo a los concejales de la oposición de las temas que han de presidir el paso de las cofradías. El sevillano medio ha asistido así, con desagrado, a un pulso político que ha creado no poca polémica en la Prensa.

A pesar de la amenaza de lluvia, la apertura de la Semana Santa fue espectacular. Se alcanzará el punto máximo en la madrugada del Viernes Santo, cuando salgan a la calle la Macarena, el Gran Poder y la Esperanza de Triana.