Bettino Craxi defiende la plena y rápida integración de España en la CEE
El presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, defendió ayer en Turín que las negociaciones para el pleno ingreso de España en la Comunidad Económica Europea "no se aplacen más allá del 30 de septiembre", para que, a partir de enero de 1986, pueda entrar formalmente en la comunidad. "Nos une con España", dijo Craxi, "el lenguaje de la libertad y de la democracia. Se trata de un hecho político que va más allá de todo lo demás".Craxi hizo estas afirmaciones en Turín, sede del 16º Encuentro de los Estados Generales Europeos, en el que participan más de 2.000 personas, entre alcaldes y administradores de las principales ciudades del continente, que se reúnen en la ciudad septentrional italiana para relanzar la unidad de Europa. España, por cuya integración europea plena se pronunció Bettino Craxi, acogió el año pasado en Madrid a los alcaldes de la Comunidad Europea y este año participa con la delegación más numerosa, con un total de 100 personas. El presidente de la República italiana, Sandro Pertini, asistió a la reunión inaugural.
Por lo que se refiere al problema de la unidad europea, ya desde el primer día del congreso de Turín se ha mostrado una voluntad unánime y plebiscitaria de los alcaldes del continente de contribuir y crear una Europa protagonista, capaz de ser una fuerza autónoma frente a los grandes gigantes de Estados Unidos, la Unión Soviética y Japón.
Europeísmo barato
Sin embargo, Craxi, en su discurso inaugural, puso en guardia contra lo que él llamó "un barato fervor europeísta". Dijo que la verdad es que Europa hoy "no goza de buena salud", y subrayó que mientras Estados Unidos y Japón han creado nuevos puestos de trabajo, Europa los ha perdido en estos últimos años.Bettino Craxi, que de Turín partía para Hungría, adonde iba a llegar por primera vez en viaje oficial un presidente de Gobierno italiano, insistió en dos puntos esenciales: una Europa unida puede aliviar las terribles tensiones Este-Oeste y las desigualdades entre Norte y Sur, pero esta Europa no será real y dinámica si en ella no participaran todos los países miembros, "con los mismos objetivos y con idéntico empeño".
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