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Chernenko acumula, a los dos meses de su acceso al poder, las jefaturas del partido, el Ejército y el Estado soviéticos

Pilar Bonet

El secretario general del partido comunista soviético, Konstantín Ustínovich Chernenico, de 72 años, fue elegido ayer por la tarde presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS (jefe del Estado) tal como auguraban todos los pronósticos. Chernenko acumula así -a los dos meses de su acceso al poder- las jefaturas del partido comunista (PCUS), el Ejército y el Estado. Por otra parte, el actual jefe de Gobier no, Nikolai Tijonov, de 79 años, fue reelegido en su cargo.

A propuesta del miembro del Politburó Mijail Gorbachov, los 1.500 diputados del Soviet Supremo de la URSS, reunidos en Moscú en sesión inaugural de la legislatura, ratificaron de forma unánime la decisión tomada el día anterior por el Comité Central del PCUS.Mijail Gorbachov, a sus 52 años, el benjamín del Politburó, vio a su vez incrementado de forma sustancial su peso político al ser nombrado jefe de la comisión de Asuntos Exteriores del Soviet de la Unión, un cargo que comporta tareas de dirección ideológica y que había sido desempeñado por Suslov desde 1954 y, posteriormente, por Chernenko tras la muerte de aquél en 1982.

Por su parte, Nikolai Tijonov, el miembro más anciano del Politburó, con 79 años, fue reelegido como jefe de Gobierno. Para hoy se espera que Tijonov, cuyo aspecto físico es aparentemente bueno, dé a conocer la composición del Gobierno en el segundo día de la sesión parlamentaria.

Los nombramientos personales registrados ayer confirman las expectativas más generalizadas entre los observadores políticos del Kremlin y refuerzan la idea de que la dirección política soviética ha llegado a un compromiso entre las distintas tendencias que acoge en su seno.

El papel del 'número dos'

El puesto de presidente del Presidium del Soviet Supremo tiene un carácter eminentemente ceremonial y representativo. Breznev fue el primero en sumar el cargo -en 1977- al de secretario general del partido y lo justificó por necesidades de política internacional. En su alocución ante el Soviet Supremo, Gorbachov defendió con los mismos argumentos la necesidad de simultanear ambas funciones.

La función de número dos -encargado de los asuntos de ideología- en la jerarquía del partido no es algo que quede definido con un nombramiento oficial. La tradición soviética muestra que la función del ideólogo es algo que se detecta a lo largo del tiempo por las actividades e intervenciones del que desempeña el puesto. El nombramiento de Gorbachov como jefe de la comisión de Asuntos Exteriores parlamentaria añade una nueva dimensión a su perfil político, centrado especialmente en temas económicos.

En medios políticos moscovitas se considera significativo que Gorbachov haya sido la persona encargada para proponer la elección de Chernenko ante el Soviet Supremo. Considerado el rival de Chernenko para la designación como secretario general del pasado febrero, puede llegar a ser la persona encargada de sucederle. Chernenko, cuya salud parece más bien precaria, propuso la candidatura de Andropov como presidente del Soviet Supremo en junio de 1982. Andropov, sin embargo, tuvo que esperar siete meses para reunir los dos cargos que Chernenko ha acumulado en el plazo de apenas dos meses.

Gorbachov tuvo ayer palabras de elogio para Chernenko, a quien calificó de "firme luchador por el comunismo y la paz, probado líder del tipo leninista con destacadas capacidades políticas y organizativas e inmensa experiencia vital". "Konstantín Chernenko", dijo Gorbachov, "ha dedicado durante años todas sus energías y conocimientos a aumentar la fuerza económica y defensiva de la patria y a incrementar el bienestar de la población".

En un breve discurso, Chernenko subrayó que la tarea prioritaria del Gobierno es el cumplimiento del plan quinquenal, se refirió a la "mejora y perfeccionamiento del mecanismo económico" y llamó a la utilización de los recursos existentes.

Chernenko, durante el tiempo que lleva en la cumbre del poder soviético, se ha mostrado cauto en política interior y economía. Fuentes comunistas ortodoxas se muestran escépticas sobre la continuación de la línea de reformas emprendidas por Andropov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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