Una radio propia o de los amigos

La creación del tercer canal autonómico de televisón TV- 3, ha sido una de las banderas políticas mas claramente enarboladas en los últimos dos años por el Gobierno de la Generalitat. Sin embargo, la insistencia sobre el tema ha sido un tanto tardía ya que apenas figuraba en el programa electoral de 1980. Al margen de que el pasado de Jordi Pujol en el sector de la comunicación no le permitía contar con excesivas personas de confianza para elaborar su política, en el caso de la televisón algunos cargos de la Generalitat aseguran que hubo un pacto con UCD según el cual, a cambio de un Miarmar servicial, la Generalitat no planteaba con urgencia el tema del tercer canal. En Prensa, las ayudas objetivas a las publicaiones comarcales se contraponen a la política de apoyo o castigo a los medios de mayor difusión en función de su linea política. En radio tras concesiones discrecionales de licencias, la Generalitat ha creado sus propias emisoras institucionales.

La política radiofánica del Gobierno de la Generalitat se ha centrado en dos temas: la concesión "según su criterio" (decreto de octubre de 1980) de las licencias para emisoras comerciales e institucionales, cuyo número, frecuencia y potencia venían fijados por la Administración central; y la creación de la emisora de la Generalitat, Catalunya Ràdio.En diciembre de 1982, la Generalitat distribuyó 34 licencias para emisoras de radio. Como el número de peticionarios excedía con creces de la treintena, y amparándose en su propio decreto de 1980 que consagraba la discrecionalidad total, el Gobierno de la Generalitat organizó un mapa radiofónico que atendiera una cobertura comarcal y, al mismo tiempo, permitiera a Convergència i Unió el disfrute mayoritario de las emisoras. Cinco licencias fueron adjudicadas a los ayuntamientos de Rubí, Sant Feliu de Llobregat, Amposta, Ripoll y Cervera, aun que este último municipio no llegó a utilizarla y en estos momentos la emisora de Cervera está integrada en la Cadena 13. Estas cinco adjudicaciones tuvieron un doble valor simbólico: eran un reconocimiento a la existencia de las radios municipales y se atribuían a consistorios del PSC, AP, PSUC y CiU. Otro paquete fue destinado a con tentar a potentes sectores empresariales de la comunicación. Cadena 80 -de inspiracion católica- controla de hecho cinco de las licencias concedidas; Antena 3, cuatro; la SER, dos; Cadena Catalana, dos, y COPE, una. La Fundació Catalana de Comunicació, iniciativa comunicacional de Convergència que da cobertura legal a los apoyos económicos que reciben diarios como Avui o El Correo Catalán, fue la entidad mas favorecida por el reparto de licencias, ya que en ellas basó su red de 14 centros integrados en la Cadena 13.

La otra gran iniciativa de la Generalitat ha sido la creación de la emisora institucional Catalunya Ràdio, que cubre toda la geografía del país. En septiembre de 1982 Jordi Costa fue nombrado director de la emisora. En julio de 1983 se emitió el primer informativo. La programación quedó definida a través de una fórmula modular que supone un esfuerzo de imaginación que está en un laborioso proceso de consolidación. En octubre de 1983, Costa presentó su dimisión como director el centro y fue nombrado Josep Maria Francino. Dos son los problemas no resueltos que provocan la dimisión de Costa: la adjudicación provisional de una frecuencia marginal en el dial (106.8, en Barcelona) y la dependencia cada vez mayor de las disponibilidades económicas de la emisora al proyecto de TV-3. En la etapa de Francino se mejorará definitivamente la ubicación de Catalunya Ràdio en el dial.

Este mes, por otra parte, ha iniciado su programación regular Ràdio Associació, emisora barcelonesa cuya licencia es propiedad de una cooperativa pero que es explotada por la propia corporación y a donde ha ido a parar algún profesional recomendado por la Generalitat y que Costa rechazó integrar en Catalunya Ràdio.