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Elecciones autonómicas del 29 de abril

Entre la ayuda y el control a la Prensa

La creación del tercer canal autonómico de televisión, TV-3, ha sido una de las banderas políticas más claramente enaboraldas en los últimos dos años por el Gobierno de la Generalitat. Sin embargo, la insistencia sobre el tema ha sido un poco tardia ya que apenas figuraba en el programa electoral de 1980. Al margen de que el pasado de Jordi Pujol en el sector de la comunicación no le permitía contar con excesivas personas de con fianza para elaborar su política, en el caso de la televisión algunos cargos de la Generalitat aseguran que hubo un pacto con UCD según el cual, a cambio de un servicio de Miramar servical, Generalitat no planteaba con unrgancia el tema del tercer acnal . En Prensa , las ayudas objetivas a la publicaciones comarcales se contraponen a la política de apoyo o castigo a los medios de mayor difusión de su línea política. En radio tras concesiones o discrecionales de licencias, La Generalitat ha creado sus propias emisoras institucionales.

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El Gobierno Pujol ha practicado dos políticas muy diferenciadas en lo que se refiere a la Prensa, en función del ámbito de difusión de las publicaciones: por un lado, ha intentado realizar una política de ayudas objetivas para la Prensa comarcal, que tiene estructuras livianas, limitado alcance geográfico y pequeñas tiradas; por otro aprovechando la crisis en el sector de la Prensa diaria, tanto en catalán como en castellano, ha desarrollado una política crediticia calificada por la oposición de arbitraria y tendente a dar a CiU claras influencias sobre varios diarios barceloneses a cambio de recursos que no son del partido.Las iniciativas de ayuda a la Prensa comarcal las tomó en Cataluña la Diputación de Barcelona, promotora de las primeras reuniones con editores. Esta institución financió el I Congrés de la Premsa Comarcal, celebrado en mayo de 1981, en el que surgió la propuesta de crear una asociación que agrupara la Prensa comarcal, asociación que reúne hoy 140 publicaciones. La Generalitat se mantuvo al margen, e incluso algunas revistas comarcales cercanas a Convergència, como Ausona, Aiona (ahora en la asociación), 3 de 8... adoptaron actitudes recelosas y de boicoteo hacia ese inicio de organización. Esta falta de política por parte de la Generalitat se modificó a partir de 1982, cuando la Dirección General del Patrimonio Escrito y Documental, gestionada por Joan Granados, elaboró una normativa de subvenciones automáticas.

Por el contrario, la Prensa en catalán de mayor difusión no ha encontrado idéntico apoyo de la Generalitat. Canigó, revista que consiguió sobrevivir al franquismo, tuvo que dejar de publicarse, al igual que El Món (enero de 1983), aunque esta última publicación pudo reanudar después su edición. Al margen de la subvención automática establecida para las publicaciones en catalán, los planteamientos de cualquier semanario que intente tener una difusión por toda Cataluña requieren apoyos específicos, pero la Generalitat no sólo no los ha ofrecido a El Món sino que le ha negado subvenciones o retirado la publicidad institucional.

Avales sospechosos

En la actualidad, en el despacho del notario Puig Salellas se prepara la redacción de los estatutos de una fundación que englobaría a toda la Prensa en catalán. En principio, la propuesta cuenta con el apoyo de todos los partidol catalanes. La creación de la fundación exigiría un capital de unos 2.000 millones de pesetas -aportados por las propias empresas, la Generalitat y entidades financieras-.

El pasado 17 de febrero se publicó un decreto de concesión, por parte de la Generalitat, de importantes avales económicos a las empresas que publican El Noticiero Universal, El Periódico y Avui. Se da la circunstancia de que la concesión de tales avales está condicionada por la ley de Presupuestos a que la empresa beneficiaria aplique un plan de reconversión y reestructuración, lo que no es, al parecer, el caso de las citadas. La inminencia de la campaña electoral incrementó las suspicacias sobre la legalidad de tal concesión.

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