España debe pagar porque así lo señalan los acuerdos, según los argelinos
Las negociaciones hispano-argelinas sobre gas, que las dos partes habían acordado que no trascendieran a la Prensa -según dicen los argelinos-, han originado una cierta confusión, debido a las filtraciones contradictorias de uno y otro. La postura argelina es sencilla: España debe pagar, porque así está escrito en los contratos, y si no se llega a un acuerdo en las negociaciones, Argel acudirá a los Tribunales de Arbitraje internacionales.Aunque los argelinos se niegan a admitir que las opiniones de sus altos responsables de la negociación sean nominalmente atribuidas en la Prensa, no por ello han dejado de reflejar su punto de vista en el país. He aquí, resumida, la visión que los responsables argelinos quieren dar de sus propias posiciones en la negociación sobre el gas.
La parte española, afirman, ha tergiversado los datos del problema, y con sus filtraciones a la Prensa ha intentado presentar a España y a Enagas como agredidas. Los hechos básicos son los siguientes: existe un contrato firmado que, guste o no guste a la parte española, hoy es perfectamente válido y legal. En ese contrato, firmado en 1975, se estipula que España debe retirar anualmente de Argelia 4.500.000 metros cúbicos de gas, aunque por propia decisión España sólo retira un tercio de esa cantidad. En el contrato existe, sin embargo, una cláusula, llamada de take orpay, en virtud de la cual España debe pagar la diferencia entre lo que retira y la cantidad global pactada. Hasta marzo de 1983, Enagas no nos había dicho que no podía cumplir con las cantidades pactadas en el contrato.
Ocho meses negociando compensaciones
Los argelinos continúan así su relato de los hechos: "En marzo de 1983, el vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, vino a Argel y nos dijo, para gran sorpresa nuestra, que durante los dos o tres próximos años España no podrá retirar la totalidad del gas pactado con Argelia, y nos pidió que las negociaciones se elevaran a rango de Gobierno para encontrar una solución a ese problema.
"Desde entonces", afirman, "hemos pasado ocho meses negociando las compensaciones a Argelia, tanto por el perjuicio sufrido por ese incumplimiento de contrato como por el daño financiero que sufrimos por la inversión en la construcción de los terminales de nuestra planta de Skikda, destina dos a cumplir nuestro compromiso con España. Cada vez que parecía que llegábamos a un acuerdo, Es paña nos salía con una proposición diferente para dilatar la negociación".
Esta situación, según Argel, "favorece a España, que paga actualmente por nuestro gas un precio muy inferior al de nuestros otros clientes europeos. En el contrato en cuestión se establece muy claramente que España deberá pagarnos el mismo precio que nuestros otros clientes europeos ; Por tanto, España no sólo tendrá que pagarnos las compensaciones antes mencionadas, sino el precio europeo por el gas ya retirado en 1981, 1982 y 1983, es decir, desde que renegociamos el precio con nuestros clientes de Europa".
"Mientras más tiempo tarde España en solucionar el problema con nosotros, más engrosará el contencioso. En estos momentos no sabemos exactamente qué quiere España ni qué cantidades está dispuesta a retirar de gas argelino. España ni siquiera adquiere en Argelia todo el gas que importa, y está comprando gas libio a un precio superior al argelino".
Al Tribunal Internacional
En cualquier caso, señalan, "Argelia no está dispuesta a condicionar su política comercial ni su estrategia en materia de gas por el millón de metros cúbicos que nos compra España, cuando nuestros clientes europeos nos compran 20 millones de metros cúbicos. España, además, nos pide condiciones que Argelia no ha concedido ni a belgas ni a franceses. A veces tenemos la impresión de que España, tal vez, defiende intereses que no son exclusivamente españoles. Los demás no tienen nada que perder en este asunto, pues, al fin y al cabo, será España la que pague las consecuencias de su controversia con nosotros".
Lo que sí está claro es que Argelia ya ha expuesto su posición con toda claridad, y considera que ahora las negociaciones están bloqueadas y que la parte española tendrá que venir con una propuesta sobre la base de esas exigencias.
"Sabemos que la parte española no cree que estemos dispuestos a llevar el caso ante el Tribunal de Arbitraje Internacional de Ginebra. En las próximas semanas, no obstante, la parte española saldrá de esa duda", advierten, "puesto que Sonatrach recurrirá a esa instancia internacional para hacer valer sus derechos".
"Nuestra postura en las negociaciones ha sido siempre clara. Precísennos lo que quiere, hemos dicho a la parte española; dígannos cuánto gas quieren retirar en los próximos cuatro años y estaremos de acuerdo. Pero, eso sí, compénsennos por nuestra inversión financiera, el lucro cesante y, naturalmente, por el gas que España no retirará, después, obviamente, de ajustamos al precio que pagan los europeos por nuestro gas", concluyen los argelinos.
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