La oposición cree que los criterios para el debate en TV-3 benefician a Pujol

La oposición de izquierdas y de derechas al Gobierno Pujol manifestó ayer su desacuerdo con el planteamiento del debate entre los principales candidatos a la presidencia de la Generalitat que se celebrará el próximo jueves en TV-3, el canal de televisión de la Generalitat. Por iniciativa de los comunistas, hoy se celebrará una reunión entre los responsables de política informativa de los cinco partidos principales para intentar entre todos modificar los criterios decididos unilateralmente por la dirección de TV-3, que consideran hechos a la medida de Jordi Pujol.Este debate debía haberse celebrado el pasado 23 de marzo, el mismo día en que, previamente, La clave, del segundo canal de TVE, había programado un espacio similar. El equipo que dirige José Luis Balbín, para evitar esta coincidencia, que muchos interpretaron como un intento de boicoteo, adelantó su emisión al 16 de marzo, pero, para sorpresa de todos, TV-3 acordó suspender su programa y aplazarlo hasta el próximo jueves. Jordi Pujol manifestó en público su disgusto por el desarrollo del debate de La clave.

TV-3 ha concebido su programa como si de un debate parlamentario se tratase. En la primera parte, cada candidato dispondrá de cinco minutos para exponer sus ideas. A cada exposición seguirá un turno de los demás candidatos -dos minutos cada uno- para replicar. El candidato podrá contrarreplicar al terminar sus oponentes, para lo cual tendrá tres minutos. Esto supone que Jordi Pujol, presidente de la Generalitat y candidato de CiU, hablará el último, lo que, según socialistas y comunistas, le permitirá contestar a todos los demás sin que nadie pueda a su vez contradecirle.

En una segunda parte, el moderador, Francesc Noy, director de La Vanguardia y ex alto cargo en el Gobierno Pujol, hará una pregunta a cada uno de los candidatos, que dispondrán de tres minutos cada uno para contestar. Después de cada respuesta, los demás candidatos dispondrán de un minuto para poder replicar o matizar lo expuesto. También en esta ocasión se seguirá el turno de menor a mayor: Eduard Bueno (AP), Heribert Barrera (ERC), Antoni Gutiérrez (PSUC), Raimon Obiols (PSC) y Jordi Pujol (CiU), con lo que, de nuevo, será éste el último en hablar.

Socialistas y comunistas coinciden en afirmar que con este sistema no se producirá un verdadero debate, sino un diálogo "encorsetado, sin garra ni profundidad". Para Jordi Guillot, del PSUC (comunista), este sistema no está justificado ni informativa ni políticamente. Higini Clotas, del PSC, se lamenta de que Pujol siga rehuyendo el cuerpo a cuerpo con el candidato socialista (que es lo que los socialistas buscan para bipolarizar estas elecciones). Jorge Fernández, de AP, considera que "una vez más, se utiliza el canal público catalán como una TV Pujol, SA,". Sólo en CiU consideran lógico el planteamiento de TV-3, al que califican de "institucional, con los mismos criterios que los debates parlamentarios", y niegan que otorgue ventajas a Jordi Pujol, que "dispondrá de los mismos minutos que sus oponentes, cuando es habitual que todos los demás centren sus ataques sobre él".