España no ha consultado a la OTAN sobre la actitud que adoptaría la Alianza Atlántica en caso de un conflicto en Ceuta y Melilla

La delegación española en el cuartel general de la OTAN no ha elevado ninguna consulta a los altos organismos de la Alianza para conocer la postura de la misma ante el problema de las plazas españolas de Ceuta y Melilla. Tampoco está previsto aclarar la actitud que adoptaría la OTAN ante un hipotético conflicto bélico en esas ciudades, que quedan fuera del ámbito de actuación de la Organización del Atlántico Norte. El propio embajador de España en la OTAN, Jaime Ojeda, comentó la pasada semana en Bruselas a varios periodistas españoles que el Gobierno español no tiene previsto plantear estas cuestiones en el futuro, "porque originarían un problema político muy complejo, quizá de muy negativa incidencia para España".El propio Ojeda señaló que, "si España quisiera presionar en ese sentido, es posible que se consiguiera un compromiso de la OTAN con respecto a Ceuta y Melilla, pero no parece aconsejable por el momento". De hecho, el propio embajador recordó que, para algunos países miembros de la OTAN, "Ceuta y Melilla son consideradas prácticamente como unas colonias", por lo que,un debate sobre el tema en el seno de la Alianza podría ocasionar problemas políticos de importancia para España.

No obstante, y al plantearse la integración total de España en la OTAN, la cuestión de Ceuta y Melilla es un importante factor a tener en cuenta desde el punto de vista defensivo o militar, ya que la política de defensa en España gira en gran parte alrededor de Ceuta y Melilla y del estrecho de Gibraltar.

En el propio cuartel general de la OTAN, en Bruselas, varios altos cargos políticos y militares de la organización han recordado que los límites de actuación de la Alianza en el sur de Europa concluyen en el propio mar Mediterráneo, éste incluido, por lo que el norte de África queda excluido. El artículo 5 del Tratado de la OTAN dice textualmente: "Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecida en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contratodas ellas ( ... )". En el artículo 6 se precisan las circunstancias que deben producirse para que un hecho pueda considerarse "ataque armado", y en el apartado segundo de ese artículo se indica que es ataque armado el realizado "contra las fuerzas, buques o aeronaves de cualquiera de las partes que están en dichos territorios o sobre ellos, o en cualquiera otra región de Europa (...) o en el mar Mediterráneo (...)".

En caso de conflicto en Ceuta y Melilla, algunos barcos españoles se verían implicados en los hechos, por lo que en algunos medios militares se estima que el Gobierno español debía aclarar estos extremos antes de que se produjera una decisión definitiva sobre la integración total o no en la Alianza.

Al referirse a esta cuestión, Robert Frowick, asesor político de la delegación estadounidense en la OTAN, ha señalado que, durante lareunión que mantendrán a finales de mayo en Washington los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, se estudiará, entre otras cuestiones, la política que seguirá la Alianza en casos de conflictos que afecten a uno de los países miembros, pero que se produzcan en zonas externas al ámbito de actuación de la Alianza.

Mantener la indeterminación

Por otro lado, Jaime Ojeda aseguró que España mantendrá su actual "política de indeterminación" con respecto a su presencia en la OTAN hasta que a mediados del próximo mes de diciembre se celebre el congreso del Partido Socialista Obrero Español. Ojeda precisó que en ese congreso se definirá la línea del partido con respecto a la OTAN, y se espera que a partir de ese momento se inicien campañas de información dirigidas a la opinión pública española. Precisó que el Gobierno ya ha dicho que, corno tal, aconsejará un determinado sentido del voto en el referéndum sobre la permanencia o no en la Alianza, y recordó que la consulta popular no es vinculante para el Gobierno.En cuanto a las reacciones que se registran en el resto de países miembros de la Alianza con respecto a la indeterminación española, destacados representantes civiles y militares de distintos organismos de la OTAN se han mostrado unánimes al expresar sus deseos de que España se integre en todos los comités de la organización. Paralelamente, alguno de ellos ha puesto de relieve que, en la actual situación, España aporta muy podo a la organización y, sin embargo, está recibiendo valiosa información. El pasado año, España aportó unos 300 millones de pesetas a la OTAN, lo que supuso aproximadamente un 2,5% del presupuesto político de la organización.

Con respecto al problema de Gibraltar, los diversos altos cargos de la OTAN consultados han señalado que no existe ninguna previsión concreta, pero todos han asegurado que la solución a esta cuestión será más fácil si España se integra definitivamente en la Alianza. Todos afirmaron, sin embargo, que tampoco existe previsión alguna sobre el encuadramiento operativo que correspondería a los ejércitos españoles.