José María Calviño afirma que las televisiones autonómicas funcionan en un régimen "alegal"

La comparecencia del director general de Radiotelevisión Española, José María Calviño, ante la comisión parlamentaria de control de RTVE, fue motivo de una dura controversia entre el socialista Pedro Bofill y los diputados del Grupo Popular Gabriel Camuñas -quien llamó "irresponsable" a Calviño- y Carmen Llorca, presidenta de la comisión. Calviño acusó a las televisiones autónomas vasca y catalana (Euskal Telebista y TV3) de estar funcionando en régimen "alegal" gracias a la tolerancia del director de régimen jurídico de los Medios de Comunicación Social del Estado, Francisco Virseda: "Si la Administración aplica la legislación, tendrían que cerrar las televisiones autonómicas", dijo.

Teóricamente, la presencia de Jose María Calviño ante la comisión parlamentaria estaba exenta de problemas: apenas había preguntas comprometidas en el orden del día. Pero el portavoz del Grupo Popular en la comisión, Gabriel Camuñas, planteando los perjuicios que a muchos trabajadores de RTVE, que acataron desde el primer momento las normas sobre incompatibilidades, les ha supuesto la derogación de tal normativa, dijo: "Cambiar esa norma en cuatro meses me parece una irresponsabilidad, y quien comete irresponsabilidades es un irresponsable".Inmediatamente, el portavoz socialista, Pedro Bofill, pidió a la presidenta de la comisión, Carmen Llorca -miembro de Alianza Popular-, que amparase al compareciente Calviño, dado que no tenía las niísmas defensas ante los insultos que un parlamentario. Carmen Llorca replicó que Calviño tenía posibilidades de defenderse por sí mismo, a lo que el diputado socialista respondió que no le parecía una explicación satisfactoria, pidiendo que su protesta constase en acta. Camuñas negó que hubiese tenido ánimo de ofender con sus palabras, pero se ratificó en que "quien comete irresponsabilidades es un irresponsable". Posteriormente, Calviño y Camuñas mantuvieron otra polémica sobre la veracidad de unas afirmaciones previas del director general.

"Los buenos, al reino de los cielos"

Calviño, lamentándose de tener que oír "calificativos y juicios de valor" en una sesión teóricamente dedicada a preguntas y respuestas, alegó que el primero en cambiar la normativa sobre incompatibilidades fue el Gobierno, y subrayó que la picaresca es siempre inevitable: "Ya se sabe que los buenos recibirán el premio en el reino de los cielos", dijo, refiriéndose a quienes, desde el primer momento, renunciaron a un segundo trabajo, entonces incompatible con el de RTVE. De los "pícaros", que no renunciaron entonces, aseguró que tendrán el castigo adecuado, "en parte aquí, en la tierra".

Buena parte de la sesión informativa estuvo consumida por las preguntas de la diputada vasca Mercedes Villacián, quien se dolió de los perjuicios causados a las televisiones autonómicas por el contrato exclusivo entre TVE y la Federación Española de Fútbol para retransmitir los partidos de Liga. Calviño aludió difusamente a la "falta de legitimación activa" para contratar de algunas televisiones autonómicas. Después, hablando con los periodistas, fue más explícito, al opinar que, por ejemplo, la Euskal Telebista y la TV3 catalana funcionan en régimen "alegal" por la falta de las competentes autorizaciones sobre frecuencia y potencia. Responsabilizó de esta situación a la dirección de los Nledios de Comunicación Social del Estado y al director de Régimen Jurídico, Francisco Virseda, que sonó en alguna ocasión como posible sustituto de Calviño, y se mostró comprensivo con la necesidad de aplicar las normas "políticamente y no con tanta rigidez".

Otras preguntas se refirieron a los ingresos publicitarios de TVE -51.000 nifflones de pesetas en 1983, lo que significa, según las estimaciones del propio director general, un 23,86% del total de la oferta publicitaria en el mercado- y a la construcción de un edificio de oficinas en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Este tema resultó igualmente polémico, y Calviño acusó al alcalde de Pozuelo, militante de la Coalición Popular, de haber autorizado un centro sanitario contra las ordenanzas, bloqueando, en cambio, la construcción del edificio de RTVE.