El vacío de Bruselas
La cumbre de Bruselas ha decepcionado a Mitterrand. ( ... ) Europa no puede quedar reducida a un vago conjunto. ¿Es otra cosa? "Se me escuchará en Estados Unidos, que se inquietan por el malestar de Europa", ha dicho el jefe de Estado.Los norteamericanos plantean las cosas con toda crudeza. Sobre el presidente de la República la interrogante es: ¿qué peso tiene, qué influencia tiene? La respuesta es que no pesa mucho. Mitterrand esperaba llegar a Washington aureolado por el éxito de Bruselas y ha sido un fracaso. Soñaba hablar en nombre de una Europa inspirada por Francia. La cumbre ha mostrado que Europa, dividida, no existe. No es una potencia política ni una potencia económica y todavía menos una potencia militar. En Bruselas ha limitado sus ambiciones -sin llegar siguiera a elevarse por encima de consideraciones comerciales- a historias de cerdos y de vacas. ¡Programa exaltante!
22 de marzo
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