2 aviones de vigilancia AWACS norteamericanos reforzarán la defensa sudanesa frente a Libia

Estados Unidos ha enviado dos aviones de vigilancia AWACS a Egipto para reforzar la defensa aérea de Sudán contra el peligro de repetición del ataque aéreo del pasado viernes en Ondurman, un barrio de las afueras de Jartum. Sudán ha solicitado una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para estudiar lo que ha calificado como "la agresión libia" y el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, se reunió ayer con los oficiales superiores de sus fuerzas armadas para estudiar las medidas a tomar con relación al ataque del viernes.

Portavoces oficiales de la Administración norteamericana dijeron ayer que la decisión de enviar los AWACS fue autorizada por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, después de una solicitud conjunta de Egipto y Sudán. Un portavoz del Pentágono, el comandante John Woodhotise, aseguró que los dos aviones de espionaje electrónico llegaron a Egipto ayer, lunes, y precisó que "un cierto número de aviones de apoyo" estará en bases próximas a El Cairo.Operaciones conjuntasEstos aparatos tendrán la misión de "participar en operaciones conjuntas de defensa aérea desarrolladas por Egipto y Sudán", aseguró el portavoz militar. "El principio de esta operación es evitar los ataques, demostrando que los tres países (Estados Unidos, Egipto y Sudán) pueden poner rápidamente en marcha los elementos necesarios para hacer frente a tales agresiones" añadió. La duración de la misión de los AWACS no ha sido fijada. EE UU envió AWACS a Egipto el año pasado con ocasión de tensiones entre Sudán y Libia. En agosto último, otros dos aviones de vigilancia fueron enviados a suelo sudanés para controlar el desarrollo de la guerra de Chad. Cuatro aparatos AWACS actúan regularmente en Arabia Saudí. Los AWACS son Boeing 707 convertidos en aviones de vigilancia dotados de sistemas de detección electrónica muy avanzados. En un radio de más de 300 kilómetros son capaces de guiar a los aviones caza en una batalla aérea.Miembros del espionaje norteamericano no tienen ninguna duda de que el ataque del pasado viernes contra un barrio de Jartum, en el que murieron cinco personas, fue llevado a cabo por un avión libio, un Tupolev Tu-22, con base en Kufra (Libia). El presidente sudanés, Gaafar el Nurneiri, también acusó a Libia de la incursión aérea y de prestar asistencia a un movimiento insurgente del sur de Sudán.

Las autoridades libias desmintieron el domingo que sus aviones hubiesen participado en el bombardeo de Ondurman y acusaron a Sudán de haber inventado el suceso con objeto de ganarse el apoyo de Washington para combatir a los insurgentes. La agencia oficial libia, Jana, insistió ayer en que Libia apoya la rebelión en el sur de Sudán.

Portavoces norteamericanos reiteraron el pasado domingo que Estados Unidos no tiene intención de intervenir en el conflicto civil sudanés, que últimamente ha resurgido con mayor violencia después de una década de relativa calma. Básicamente, la guerra enfrenta al norte predominantemente musulmán con elementos del sur cristiano y pagano que pretenden la independencia o más autonomía.