Los ganaderos discuten sobre los sistemas para detectar el afeitado de los toros

El afeitado de los toros, y particularmente el sistema para detectarlo y las correspondientes sanciones, fueron la piedra angular de las jornadas taurinas celebradas estos días en Sevilla. Dichas jornadas fueron organizadas por la Junta, y excusaron su asistencia a las mismas los veterinarios responsables de los análisis, así como el senador Juan Antonio Arévalo, el hombre de la Administración que ha impulsado la aplicación con rigor de sanciones a los responsables de afeitado. No fue invitada ninguna representación de los aficionados

Las sanciones contra algunos ganaderos por haberse detectado signos de manipulación en astas de toros de su ganadería, algunas de las cuales han recaído en ganaderías de tanto y tan largo prestigio como Miura, Guardiola o Isaías y Julio Vázquez, ganaderías que se crían todas ellas en suelo andaluz, crearon una fuerte polémica en medios taurinos de Sevilla. Incluso en algunas fuentes se consideran estas sanciones como una campaña lanzada desde Madrid para desacreditar a los ganaderos andaluces, pese a que también han sido sancionados ganaderos de otras latitudes, como Alipio Pérez Tabernero, de Salamanca.Algunos comentarios han señalado al ganadero Victorino Martín como instigador de la supuesta campaña, que en tal caso llevaría como fin el de desacreditar a sus competidores. Victorino Martín hizo no hace mucho tiempo unas fuertes declaraciones en televisión, en las que afirmó que se, afeita hoy más que nunca, y que él terminaría con el afeitado en 24 horas aplicando el reglamento con autoridad.

Estas jornadas, organizadas por la Consejería de Gobernación de la Junta, iban encaminadas prioritariamente a estudiar el problema del afeitado. El viernes se desarrollaron tres apartados: Aspectos jurídicos del Reglamento Taurino, Sistemas de revisión de astas y Condiciones técnicas y materiales para la aplicación del sistema de revisión de astas. Y ayer, en un coloquio final titulado Hablan los protagonistas de la Fiesta, se trató, más que ningún otro, el tema del afeitado.

Ausencias

De hecho, aparte del planteamiento, interesante, de José León Alonso según el cual existen aspectos jurídicos inconstitucionales en el reglamento, que por su vetustez estaría exigiendo una seria revisión, y de la posibilidad de que los distintos Gobiernos autónomos hagan, en su ámbito, retoques al reglamento -lo que podría ir encaminado, según se traslució del debate, a suprimir la obligatoriedad de los tres puyazos-, el mayor grado de interés y emotividad se desarrolló en torno al tema del afeitado y de las sanciones por el mismo.En este sentido, produjo decepción la ausencia de Juan Antonio Arévalo, a quien se considera en Sevilla responsable de las sanciones, y de los hombres del Instituto de Sanidad Animal, de Madrid, donde se realizan los reconocimientos que condujeron a las sanciones. Sin embargo, sí estuvo Victorino Martín, que aguantó el tipo con entereza frente a los ataques. Doctores de la facultad de Veterinaria de Córdoba presentaron un informe, bien elaborado, en el que pusieron en duda la fiabilidad del sistema hasta ahora utilizado para establecer el afeitado de un toro, el llamado sistema biométrico, y contraofertaron un nuevo sistema que consistiría en un barrido con microscopio electrónico del asta para detectar la manipulación.

Eduardo Miura mostró fotos de astas de toros suyos que no había lidiado por inutilizárseles las astas durante su crianza, y explicó cómo un toro que se daña la punta de un pitón en cualquier golpe después acostumbra a rascarse la punta astillada contra árboles y contra el suelo, lo que al final produce en la punta el mismo aspecto visual que el afeitado. Por fin, se dijo también que, aun en el caso de establecerse claramente la existencia de la manipulación, nunca se puede tener la seguridad de que la sanción al ganadero sea justa, pues resulta difícil establecer si el ganadero es responsable de tal manipulación o si ésta se ha producido después de entregar el toro.