La ausencia de instrumentos jurídicos provoca la degradación de los centros urbanos
Sevilla celebra un congreso iberomericano sobre rehabilitación
La recuperación de los centros urbanos ha sido el eje de las jornadas del I Congreso Iberoamericano de Urbanismo y rehabilitación, celebrado en Sevilla con presencia de destacados especialistas mundiales y de representantes de otras comunidades autónomas; y de los más importantes municipios de España. Las conclusiones llaman la atención sobre la necesidad de crear instrumentos jurídicos nuevos que permitan salvar el centro de las ciudades de la degradación, así como la de ver dichos centros como una parte viva de la ciudad.
La ciudad de Sevilla tiene motivos para ser la sede de este I Congreso, organizado por la Consejería de Política Territorial e Infraestructura de la Junta, con la colaboración del Instituto de Cooperación Iberoamericano (ICI). Según puso de relieve el propio consejero, Jaime Montaner, el casco antiguo de Sevilla, uno de los mayores y más bellos de Europa, ha pasado de 120.000 habitantes en el año 60 a 60.000 en la actualidad. En este mismo período de tiempo, la población total de la ciudad se ha duplicado en virtud de un crecimiento hacia afuera, con creación sucesiva de cinturones periféricos de calidad de vida cada vez más degradada.En el centro de Sevilla hay 25.000 viviendas habitables junto a otras 6.000 en estado de ruina y un buen número de solares vacíos otrora ocupados por alguna casa ya derrumbada por los años y la falta de cuidados. El Ayuntamiento de Sevilla tiene en marcha un interesante proyecto para, en convenio con el IPPV, construir 450 nuevas viviendas en el casco.
En el congreso, aparte de resaltar la importancia que tienen los centros de las ciudades, que recogen el devenir histórico de las mismas y que están realmente en peligro de extinción en muchos casos, se puso de relieve la necesidad de ver estos centros como algo vivo aún. Así, si hasta el momento los procesos de rehabilitación de los centros se han llevado a cabo como un proceso historicista y culto, en las conclusiones del congreso se establece la necesidad de incluir la rehabilitación del centro en una planificación económica que permita integrar lo que se rehabilita en la estructura viva y creciente de la ciudad, en lugar de considerar el centro como algo cerrado, muerto, digno todo lo más de ser conservado en un congelador.
Espacios muertos
El congreso ha puesto de relieve en sus conclusiones la ausencia de instrumentos técnico-jurídicos para salvar a los centros históricos del deterioro. Las legislaciones existentes erradican del centro las actividades industriales o molestas, lo que da lugar a que se expulse del centro todo lo que no sea sector terciario, y los cascos antiguos finalizan ocupados por comercios y bancos, y, en consecuencia, muertos a partir de última hora de la tarde.La ley del Suelo se hace con vocación desarrollista, pensando en el ensanche de las ciudades, y da lugar a esos cinturones suburbiales de baja calidad de vida de los que Sevilla tiene ejemplos perfectamente deplorables. La legislación sobre Patrimonio tiende a hacer que se considere cada edificio como un monumento aislado, no integrado en el conjunto de todos los bienes culturales a cuyo disfrute tiene derecho el ciudadano, si bien en este sentido Jaime Montaner expresó su confianza en el nuevo proyecto de ley sobre Patrimonio.
Igualmente se considera instrumento insuficiente la ley de Rehabilitación. En cualquier caso, se trata de tres instrumentos legales, ley del Suelo, ley del Patrimonio y ley de Rehabilitación, que responden a tres inspiraciones diferentes y cuya armonización, sin embargo, sería imprescindible para afrontar el problema del deterioro de los centros urbanos.
España miró con envidia el ejemplo de Italia, país en el que el 30% de la inversión nueva en vivienda se destina a rehabilitación. En España, tal porcentaje es insignificante.
Entre las conclusiones de este I Congreso Iberoamericano de Urbanismo y Rehabilitación, que se ha venido celebrando en Sevilla en las últimas jornadas, figura también la de que con dinero público no se debe invertir ninguna cantidad fuera del centro urbano.
Babelia
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