"El obús que atravesó el barco pudo matarnos a todos", dice la tripulación del 'Valle de Atxondo'
"Fue como de película: primero bombas de humo; luego, los ametrallamientos y los cañonazos, gritos de los heridos y sangre en la cubierta; el obús que ha atravesado el puente de lado a lado pudo habernos matado a todos los marineros que estábamos en la cabina". Los tripulantes del Valle de Atxondo, y del Burgoamendi, atacados por buques de la marina francesa y finalmente apresados tras cinco horas de persecución en alta mar, ofrecieron ayer tarde, a su llegada al puerto de Urient, un relato impresionante de los hechos ocurridos la víspera, a más de 120 millas de la costa francesa, cuando faenaban sin licencia en aguas comunitarias. Rostros de indefensión y gritos de rabia contenida ante la presencia de los uniformes de la Armada francesa que inspeccionaron ayer el buque. "Queremos trabajar, queremos comer, la mar es de todos, esto ha sido una salvajada".
Las tripulaciones de estos dos barcos han comprobado que las autoridades francesas están ahora dispuestas a utilizar la fuerza, incluso brutalmente, para imponer su autoridad en sus aguas.El director de Asuntos Marítimos franceses comunicó ayer a los informadores que la Administración de su país acusará a los responsables de los dos pesqueros apresados no sólo de faenar sin licencias en aguas prohibidas, sino también de intentar abordar a los navíos franceses, una fragata, una patrullera y un remolcador, y de haberse dado a la fuga.
Las autoridades de París coinciden con los pescadores españoles en señalar que el Valle de Atxondo y el Burgoamendi sólo se detuvieron cuando un obús hizo blanco en el puente del primero. El director francés de Asuntos Marítimos, apellidado Quere, anunció la decisión del Gobierno francés de utilizar la fuerza cuantas veces sea necesario para garantizar el cumplimiento de la legislación, y destacó la agresividad con que fueron acogidos los infantes de marina que abordaron los pesqueros españoles y que, según algunas fuentes, fueron golpeados con remos por los tripulantes de uno de los barcos.
Negó cualquier responsabilidad sobre los heridos y calificó la persecución y captura de los arrastreros vascos de "operación rutinaria", lo que contrasta con la participación, por primera vez en este tipo de acciones, de una fragata y un avión de patrullaje marítimo, que avistó a los pesqueros a las ocho de la mañana del miércoles. El funcionario francés relató minuciosamente las sucesivas órdenes de alto y las advertencias que se efectuaron desde los navíos de la Armada, y precisó que la orden de hacer blanco había sido emitida por el Ministerio de Defensa.
Los tripulantes del Valle de Atxondo, al que pertenecen la totalidad de los heridos, no niegan o lo hacen muy tímidamente, que estuvieran faenando, pero se sienten indignados, sorprendidos y fuertemente impresionados por el ataque que, a juzgar por los desperfectos que presentaba ayer este barco, pudo haber provocado víctimas mortales.
"Como lo de las Malvinas"
El embajador de España en París, Joan Reventós, recibió a los tripulantes del Valle de Atxondo, que llegaron al puerto de Lorient a las 17.00 horas, entre la expectación de numerosos informadores y de los marineros del Burgoamendi, que había tocado tierra escoltado a las 7.30 horas.
"Me preocupa tanto el hecho en sí mismo como el futuro", señaló el embajador, quien insinuó que habría que sacar conclusiones definitivas. También afirmó que ha reprochado al Gobierno francés "el haber ejercido el imperio de la autoridad por las armas contra personas tan indefensas".
Los tripulantes del Valle de Atxondo bajaron a tierra aturdidos y nerviosos, sin haber asimilado todavía los sucesos de la víspera. "¿Que cómo fue? Pues parecido a lo de las Malvinas: nos han ametrallado, cañoneado y perseguido y si estamos vivos es sencillamente porque no nos acertaron. Sí, claro que intentamos huir. Estas aguas son de todos, el mar es de todos" Tomás Morales, contramaestre del Burgoamendi precisó que la pareja de barcos fue interceptada por los navíos franceses sobre las diez de la mañana y apresada finalmente a las 15.30 horas.
"Primero nos echaron chorros de agua, botes de humo, que prendieron en las redes; nosotros seguimos adelante, uno de los barcos protegía siempre al compañero, colocándose en su costado y todos a cubierto, por si las balas, que llegaron desde la patrullera y la fragata, mientras el remolcador lanzaba los botes de humo. Luego dos cañonazos seguidos y el barco bailando, nosotros adelante hasta que alcanzaron al Valle de Atxondo. Enseguida se nos echaron encima 11 marinos con metralletas, porras y esposas y se apoderaron del barco; hasta llegar a puerto no nos han dejado ni asomarnos". En el Valle de Atxondo el obús de carga hueca agujereó el puente de lado a lado, derribando a los seis marineros que se encontraban en la cabina, varios de los cuales están heridos. "Estaban tirando a dar; me levanté del suelo cegado por el humo y medio atontado y enseguida ví sangre y a varios compañeros gritando de dolor y de rabia. Ha sido muy duro".
"No lo esperábamos, la verdad. Creíamos que era una persecución más. Ya sabe, a veces nosotros también se las gastamos. Ha habido ocasiones en las que hemos acorralado con nuestras proas a la patrullera y hasta algún marinero francés ha ido al agua. Pero esto se está acabando", comentaba un marinero del Burgoamendi. "Ahora tiran a dar y yo y mi familia vivimos de este trabajo. Perra vida", mascullaba entre dientes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.