Bohemia

Un poema sinfónico de Smetana, de quien se conmemora este año el centenario de la muerte, y que además nació un 2 de marzo, hubiera dado mayor coherencia al último programa desarrollado por la Sinfónica de RTVE el pasado 1 de marzo en el Teatro Real de Madrid, programa que se basaba en otras dos obras características de la música bohemia y que dejó de ser monográfico al abrirse con la primera interpretación, por parte de nuestra orquesta, de la Obertura, scherzo y finale, de Schumann, llevada con seguridad por Miguel Ángel Gómez. Esa seguridad fue acompañada de mayor brillantez en la Sinfonía del Nuevo Mundo, nuevo éxito de público para el di rector granadino, tan dado a interpretar las obras clave del repertorio sinfónico, donde tan fácil es obtener un refrendo inmediato como difícil aportar algo nuevo. En este sentido destacaríamos su versión del Largo, página que condujo con excelente sentido cantabile y con la virtud de no caer en ese seudotrascendentalismo pretencioso que es, a menudo, consecuencia de tomar un tiempo excesivamente moroso. Se alcanzó algún momento notable, como la respuesta de las cuerdas al célebre solo del como inglés.Para mí, el punto de mayor interés estuvo en el Concierto para dos violines, de Martinu, obra original, de inspiración fresca, que también tocaba la Orquesta de RTVE por primera vez. Ni este detalle hizo desistir a Gómez Martínez de su costumbre de dirigir de memoria, haciendo alarde de su reconocida capacidad retentiva. En esta obra pudimos conocer al excelente dúo violinístico que forman Luis Michal y Martha Carfi, solistas argentinos que actúan con el nombre de Dúo de Munich en recitales de cámara. Poseen una admirable homogeneidad de sonido, de técnica y de estilo, así como innegable capacidad comunicativa, tanto en el hacer como en el estar. Su éxito fue muy grande y refrendado con una virtuosística propina que levantó clamores: un movimiento del Dúo op. 57, de Charles de Bériot.